¿Por qué las personas ingresan a la delincuencia organizada? Análisis del fenómeno en Santiago de Cali

Why do some individuals join the world of organized crime? An analysis of this phenomenon in Santiago de Cali

Por que as pessoas entram no crime organizado? Análise do fenômenoem Santiago de Cali

Holbein Giraldo Paredes*

Juan Felipe Ocampo España**

Fabio Alexander Tuta Niño***

María del Carmen Gallego Ortiz****

Yazmín López Flórez*****

*Magíster en Filosofía. Profesor de jornada completa, Universidad Libre de Cali, Cali, Colombia. holbein30@hotmail.com

**Funcionario de la Policía Nacional de Colombia. Técnico en identificación y registro, Cali, Colombia. juanocampo50@hotmail.com

***Técnico profesional en Servicio de Policía. Patrullero de la Policía Nacional de Colombia. Analista criminológico, Observatorio del Delito, SIJIN-MECAL, Cali, Colombia. fabio.tuta@correo.policia.gov.co

****Técnico profesional en Servicio de Policía. Intendente de la Policía Nacional de Colombia. Analista criminológico, Observatorio del Delito, SIJIN-MECAL, Cali, Colombia. maria.gallego@correo.policia.gov.co

*****Técnico profesional en Servicio de Policía. Intendente de la Policía Nacional de Colombia. Jefe del Observatorio del Delito, SIJIN-MECAL, Cali, Colombia. yazmin.lopez@correo.policia.gov.co

Para citar este artículo / To reference this article / Para citar este artigo: Giraldo, H., Ocampo, J. F., Tuta, F. A., Gallego, M. C. & López, Y. (2015). ¿Por qué las personas ingresan a la delincuencia organizada? Análisis del fenómeno en Santiago de Cali. Revista Criminalidad, 57 (1): 103-119.

Fecha de recepción: 2014/12/16 Fecha concepto evaluación: 2015/03/15 Fecha de aprobación: 2015/03/30


Resumen

El objetivo general es establecer las causas que inciden para que una persona ingrese a la delincuencia organizada en Santiago de Cali. Debido a la naturaleza del problema, se acude a una metodología cualitativa, que facilitó la recolección de información a través de la técnica de entrevista y el cruce de información estadística, como material de apoyo para sustentar el análisis. Con la estadística consolidada entre el 2008 y el 2013, por el Centro de Investigaciones Criminológicas de la Policía Nacional, se describe el fenómeno y los rasgos característicos de quienes lo integran en la ciudad. Para construir la perspectiva cualitativa, el instrumento técnico se aplicó a cuatro personas que fueron condenadas y recluidas en la cárcel de Cali. Los resultados muestran que la delincuencia organizada es un sector con capacidad para generar violencia e inseguridad dentro y fuera del municipio, está conformada en su mayoría por hombres jóvenes-adultos, sin profesión u oficio formal, y las estructuras afectan el patrimonio económico, la vida, integridad y libertad de las personas. Los relatos de los entrevistados evidenciaron que la escasez de recursos, la disfuncionalidad familiar, la influencia delincuencial, la cultura de ilegalidad y la economía del crimen los desviaron de procesos de vida sanos, de modo que se involucraron en conductas socialmente reprochables, que se reforzaron en el medio ilegal. Se concluye que las deficiencias estructurales y la proyección de las personas en la actividad criminal explican su vinculación con esta problemática.

Palabras clave: Delincuentes organizados, delincuente profesional, factores de la criminalidad, delitos contra la vida, delitos contra el patrimonio económico (fuente: Tesauro de Política Criminal Latinoamericana - ILANUD).


Abstract

The general objective is to determine the causes that influence and make some individuals join organized crime in Santiago de Cali. Due to the nature of this problem, a qualitative methodology that has made information gathering easier through the interviewing technique and the crossing of statistic data was used as support material to sustain the analysis. With the help of statistics covering the period between 2008 and 2013, as consolidated by the National Police Center for Criminological Investigations, this phenomenon and the typical features of those cases pertaining to this classification in the city of Cali are described. In order to construct the qualitative outlook, the technical instrument was applied to four individuals having been convicted and incarcerated in the Cali prison. The results obtained show that organized crime is a sector possessing great ability to create violence and insecurity both inside and outside the municipality of Cali; it is composed mostly of youngsters and adults with no profession, job or formal occupation, and their structures affect not only economic property and assets of both public and private nature but also people's life, integrity and freedom. The accounts of the interviewees reveal that lack or scarcity of economic resources, family dysfunction, the influence of criminals and delinquents, the culture of illegality and organized crime economy have deviated them from healthy life conducts and processes, therefore led them to get involved in socially reprehensible behaviors and acts that happened to be reinforced and strengthened in this illegal environment. It has been concluded that both structural deficiencies and individuals' projection in the criminal activity explain their involvement in this problem area.

Key words: Organized criminals, professional offender/delinquent/criminal, criminality factors, crimes against life, crimes against economic property/assets (Source: Tesauro de Política Criminal Latinoamericana - ILANUD).


Resumo

O objetivo geral é estabelecer as causas que afetam para que uma pessoa entre ao crime em Santiago de Cali. Devido à natureza do problema, utiliza-se a metodologia qualitativa, que facilitou a recolha da informaçãoatravés da técnica da entrevista e do cruzamento da informaçãoestatística, como o material de suporte para sustentar a análise. Com as estatísticas consolidadas entre 2008 e 2013, pelo Centro de Pesquisas Criminológicas da Polícia Nacional, descreve-se o fenômeno e os elementos característicos daqueles que o integram na cidade. A fim de construir a perspectiva qualitativa, o instrumento técnico foi aplicado a quatro pessoas que foram condenadas e encarceradas na prisão de Cali. Os resultados amostram que o crime organizado é um setor com capacidade para gerar violência e insegurança dentro e fora da municipalidade, é conformada em sua maioria por homens jovens-adultos, sem uma profissãoou oficio formal, e as estruturas afetam o patrimônioeconômico, a vida, a integridade e a liberdade das pessoas. As histórias dos entrevistados demonstraram que a escassez dos recursos, a disfuncionalidade familiar, a influência criminal, a cultura da ilegalidade e a economia do crime os desviaram de processos saudáveis de vida, de modo que envolverem-se nas condutas socialmente repreensíveis, que foram reforçadasem meios ilegais. Conclui-se que as deficiênciasestruturais e a projeção das pessoas na atividade criminal explicam seu envolvimento com este problema.

Palavras-chave: Criminosos organizados, criminosos profissionais, fatores da criminalidade, crimes contra a vida, crimes contra o patrimônioeconômico (fonte: Tesauro de Política Criminal Latinoamericana - ILANUD).


1. Introducción

La violencia y la inseguridad que han caracterizado a Santiago de Cali han sido propagadas por múltiples actores, que individual o colectivamente cometen delitos. La delincuencia organizada es quizás el agente que más impacta en la seguridad de la ciudad, debido a su capacidad para dirigir recursos a objetivos específicos bajo un principio de asociación, donde las personas que la conforman poseen habilidades para infringir la ley, producto de su aprendizaje y trayectoria en el oficio del crimen (Beltrán & Salcedo, 2007).

El presente artículo aborda un análisis de las causas que inciden para que una persona integre la delincuencia organizada en Santiago de Cali. En primer lugar, se mencionan los antecedentes y la evolución de esta categoría criminal, a fin de comprender cómo su presencia ha incidido en la problemática de inseguridad en la ciudad; con base en esta descripción se procede a definir el fenómeno, para identificar su posición e importancia dentro del andamiaje criminal y su vínculo e influencia con los demás actores que delinquen en esta jurisdicción. En un tercer momento, el estudio se centra en el análisis de una serie de factores estructurales y personales que interfieren en aquellos individuos que adoptan "carreras criminales" como estilos de vida.

Por último, se constata, a través de entrevistas realizadas a personas que pertenecieron a estos grupos, una serie de elementos que predominaron en el transcurso de sus vidas, situaciones que no fueron determinantes pero sí suficientes para su ingreso y permanencia en la actividad delincuencial. El Método adoptado en la presente investigación criminológica permitirá comprender el fenómeno de la delincuencia organizada en Cali, y cómo algunas causas llevan a que ciertas personas se adhieran a ella, para proponer, desde una perspectiva criminológica, escenarios que permitan contrarrestarlo.

2. Marco teórico

Desde el campo de la criminología se ha abordado el problema del porqué las personas ingresan a la delincuencia, interpretando las diversas causas que condicionan la proyección de vida en torno al delito y la manera organizada que garantiza su realización.

El delincuente es parte de la estructura social (Romero & Aguilera, 2002), y su vinculación con la delincuencia organizada está determinada por una capa de factores y relaciones afines a la criminalidad, producto de los procesos moldeadores de la sociedad, los cuales son explicados con mayor detenimiento por las teorías ecológicas, del proceso social y la economía del crimen.

La teoría de la desorganización social explica cómo las características estructurales adversas dificultan el papel de las instituciones sociales, como la familia, la comunidad y el colegio (Escobar, 2012), para controlar las conductas y los comportamientos desviados que favorecen la delincuencia. Esta deficiencia eleva el nivel de riesgo en los sectores más marginados, porque:

El resultado es un medio de crimen y desviación. Los factores ecológicos y ambientales tales como vivienda inadecuada, bajo ingreso, niveles de desempleo, casas deterioradas, escuelas inapropiadas, familias desintegradas y densidad humana, además del hacinamiento, producen desorganización social y por lo tanto predicen una incidencia alta de delincuencia (Romero & Aguilera, 2002, p. 16).

La asociación diferencial es una teoría que trata de explicar la delincuencia sistemática y profesional. En un primer momento, las subculturas instaladas en los diferentes espacios urbanos dan lugar a una organización diferencial, que busca reproducir su sistema a través de la transmisión cultural y el aprendizaje social. En el proceso de aprendizaje el sujeto internaliza de manera positiva o negativa valores, intereses y patrones de conducta transferidos por sus círculos íntimos (Turiano, 2002). Desde esta perspectiva, el individuo que interactúa frecuentemente con modelos criminales es más propenso a adoptar comportamientos delincuenciales que son reforzados mediante la capacitación e integración con el medio criminal, que conducen a una profesionalización en esta actividad.

Por su parte, los modelos integradores explican, a través de distintas teorías, el vínculo de las personas con la delincuencia, y especialmente con la organizada. La teoría propuesta por Farrington (citado por Vásquez, 2003, p. 137) sostiene que la delincuencia es producida por la interacción entre el individuo y el medioambiente, proceso que tendría tres momentos relevantes en la trayectoria del sujeto, que parten del inicio o eclosión de la conducta delictiva, la persistencia en el crimen y el desestimiento del delito (Useche, 2011), los cuales muestran cómo la influencia negativa de las personas en su entorno incentivan los comportamientos desviados, que se fortalecen con el aprendizaje, y condicionan un estilo de vida ligado a la criminalidad.

Este modo de vivir en la delincuencia tiene una mayor comprensión a través de los análisis económicos de Becker (1968), sustentado en la teoría de la elección racional, y de Ehrlich (1973), que desarrolló en mayor medida este enfoque. Sus estudios explican cómo las personas adoptan comportamientos racionales al valorar los costos que representan su participación en actividades ilegales, la probabilidad de captura y condena, frente a las retribuciones que se pueden percibir de ellas, maximando de esta manera su utilidad.

Las decisiones que toman los individuos se basan en el principio de costo-beneficio que les representa cada elección, lo que les permite destinar tiempo y recursos a la ejecución de actividades ilegales, sin desconocer otros elementos que inciden en sus conductas desviadas y que se representan mediante:

...una variable que recoge sus gustos por el delito, la cual recoge su preferencia respecto al riesgo, valores morales, propensión a la violencia, etc. (Arroyo, Alegría & Bustamante, 2009, p. 5).

Los anteriores estudios han explorado desde múltiples ópticas las causas por las cuales las personas se vinculan y permanecen en la criminalidad, y a su vez sustentan el desarrollo del presente trabajo, que busca desde un enfoque cualitativo comprender el fenómeno de la delincuencia organizada, lo cual requiere de una mirada de sus antecedentes en la ciudad de Santiago de Cali para ampliar el marco de visión.

3. Antecedentes de la delincuencia organizada en Santiago de Cali

El paso del acto criminal individual a uno asociado dio forma a la delincuencia organizada, que se ha evidenciado en la historia de la humanidad como un mecanismo de transformación del delito ante los cambios de tendencia de las sociedades (Moreno, 1997).

La manifestación de este fenómeno en Colombia tiene rasgos particulares provenientes de causas estructurales, que facilitaron su expansión en los centros urbanos principalmente. En Cali han existido organizaciones delincuenciales dedicadas a cometer ilícitos mucho antes que surgieran los primeros grupos vinculados con el narcotráfico, en la década de los 70, que fueron tejiendo la red que dio origen al denominado cartel de Cali.

Conforme crecían demográficamente la ladera y el oriente de la ciudad entre las décadas de los 70 y los 80, producto de las migraciones humanas procedentes de zonas rurales, se empezaron a formar los cinturones de miseria, donde aparecían de manera simultánea las pandillas y grupos pequeños, que cometían atracos y producían riñas en sus zonas de injerencia. Los grupos insurgentes también desempeñaron un papel importante en estos sectores, al considerar a Cali como epicentro de sus proyectos subversivos (Obserdh, 2006)1.

Tanto el narcotráfico como los grupos subversivos no solo generaron violencia en Cali, sino que también incidieron en el perfeccionamiento de los demás actores delincuenciales, los cuales eran visibles en delitos relacionados con el hurto y en otras conductas, como el homicidio y el secuestro.

En el momento más álgido del narcotráfico, debido a la confrontación con el cartel de Medellín, y la presión del Estado, buscó mejorar sus capacidades criminales, a través de cursos especializados para sus miembros e innovaciones tecnológicas y organizacionales superiores al Estado y sus contrincantes (Beltrán, Medina, Pineda, Prieto, Palacio & Laplac, 2012).

Estos elementos propagaron en la década de los 90 el surgimiento de organizaciones más sofisticadas, como "Los R-15", cuyo nombre se debía al uso de fusiles R-15 en todas sus incursiones, los cuales protagonizaron una serie de hurtos a entidades financieras y comerciales en Cali y otras ciudades del país.

Para la misma época, la desarticulación del cartel dejó a la deriva guardaespaldas, testaferros y subalternos, que iniciaron disputas y venganzas por el control de la cadena del narcotráfico; la confrontación se cruzó entre Wilber Alirio Varela, alias "Jabón", al lado de los "Los Rastrojos", y Diego León Montoya, alias "Don Diego", que tenían bajo su mando a los grupos sicariales "Los Yiyos" y "Los Machos" (Obserdh, 2006).

La transformación que sufre el narcotráfico en Cali, al pasar de una unidad a varios carteles pequeños, diseminó recursos humanos y logísticos a toda una red criminal asentada en la ciudad, y fortaleció en cierta medida sus capacidades para infringir la ley.

Por un lado, la delincuencia organizada evolucionó en sus Métodos y objetivos, de acuerdo con los cambios del entorno; muchos grupos activaron mecanismos tecnológicos en sus actos y/o desviaron su atención a otro tipo de delitos. También las medidas de prevención y autoprotección de las autoridades y los sectores afectados modificaron su modus operandi, como el caso del hurto de automotores o celulares, que pasaron de la comercialización interna al envío hacia redes internacionales.

Un último factor incidente en la delincuencia organizada fue la desmovilización de las AUC2, que si bien es cierto el Estado diseñó programas que previnieran la incursión de estas en actividades criminales, un sector prosiguió en prácticas delictivas, que resultó en el fortalecimiento de estos grupos; así las cosas, no solo la especialidad en un delito determinado, sino la implementación de componentes militares, ampliaron su campo de acción.

En síntesis, los actores delincuenciales han sido agentes generadores de violencia e inseguridad en la ciudad de Cali, donde las problemáticas sociales y económicas favorecieron su aparición. La delincuencia organizada ha estado presente en la sociedad caleña, pero la influencia del narcotráfico fue determinante en su perfeccionamiento y especialización en delitos contra el patrimonio y la vida, encasillándola como un fenómeno particular de la criminalidad de esta ciudad.

4. El fenómeno de la delincuencia organizada

La Organización Mundial de la Salud aceptó que la violencia es un problema de salud pública, la cual se manifiesta de diferentes maneras (Cisalva, 2008).

Los homicidios, su mayor exponente, tienen una relación directa con la criminalidad que se registra en la ciudad de Cali.

De acuerdo con la información estadística del Observatorio Social de la Alcaldía de Santiago de Cali, entre el 1 de enero del 2008 y el 31 de diciembre del 2013 se registraron en esta ciudad 10.679 homicidios.

Al clasificar los móviles de estas muertes violentas, se observa que en promedio el 66 % corresponden a diversos motivos (tabla 1).

Los móviles de mayor relevancia no solo han estado relacionados con la problemática de inseguridad que tiene la ciudad, sino que también hay una probabilidad alta de que los sucesos en que desencadenaron las muertes violentas estén conectados con la dinámica delincuencial de actores criminales. E. g., la causa "por hurtarle"3 muestra cómo su accionar sobrepone los intereses económicos ante la vida de las personas o de ellos mismos.

Pero más allá del homicidio, existe una serie de delitos donde el delincuente acta como agente racional, bajo el principio de maximización de la utilidad (Becker, 1968). A fin de consolidarse dentro de un mercado ilegal, el individuo se asocia para establecer un conjunto de interacciones con intereses comunes.

Estas relaciones, creadas con principios de racionalidad, asociación, planeación y organización, dan forma al fenómeno de la delincuencia organizada.

De acuerdo con la Convenció de Palermo del año 2000, el art. 2, literal a, define la delincuencia organizada como:

...un grupo estructurado de tres o más personas que existan durante cierto tiempo y que actúen concertadamente con el propósito de cometer uno o más delitos graves o delitos tipificados con arreglo a la presente Convenció con miras a obtener, directa o indirectamente, un beneficio económico u otro beneficio de orden material (Naciones Unidas, 2004, p. 5).

Este concepto es más aterrizado al caso colombiano por Zaffaroni (1996), quien caracteriza la delincuencia organizada como una estructura jerarquizada de mando, con capacidades económicas sólidas, noción asociativa y división de trabajo; establecen relaciones sociales para infringir la ley, cuentan con redes de inteligencia y contrainteligencia de la delincuencia, y adoptan una aptitud deshumanizada para lograr sus objetivos; son frecuentes los enfrentamientos con sus rivales, acuden a la violencia como medida de ajusticiamiento y emplean menores e inimputables para la comisión de delitos.

Con base en lo anterior, la delincuencia organizada en Cali fue descrita por el Observatorio de Derechos Humanos de la Vicepresidencia como:

...grupos... que se especializan en una modalidad de hurto o atraco. En este grupo, se encuentran los jaladores de carros, apartamenteros, ladrones de bancos y locales comerciales, así como atracadores... (Obserdh, 2006, p. 15).

Para el contexto de la ciudad, esta definición deja por fuera a otros grupos que actúan con la misma lógica organizada en la perpetración de delitos como el homicidio, la extorsión y el secuestro, la falsificación, estafa, el narcomenudeo y demás conductas que afectan a la comunidad.

La delincuencia organizada presente en Cali hace parte de una red clandestina que funciona en esquema piramidal, donde se trazan interrelaciones entre organizaciones delincuenciales, las cuales son estructuras de personas y de bienes que están en función del crimen para obtener ganancias o eventualmente poder (De la Cuesta, 2013), pero hay características que las distinguen.

Las pandillas se diferencian porque realizan actividades delincuenciales de menor escala, sin planeación previa y con una capacidad reducida (Sipol Cali, 2014), pero su rasgo más particular es el afianzamiento territorial, lo cual limita sus alcances y genera una violencia hacia adentro. En cambio, la delincuencia organizada no tiene límites territoriales establecidos, y sus actividades se extienden hacia sectores donde se ubican sus objetivos, y de este modo se genera una violencia hacia afuera (Obserdh, 2006).

Igualmente, se ha hecho evidente que ejecuta operaciones criminales sofisticadas en otras ciudades. Un caso para destacar es el del atentado ocurrido el día 15 de mayo del 2012, que buscaba segar la vida del exministro Fernando Londoño, el cual fue planeado y ejecutado por "El Parche de Zuley", de la comuna 15.

El esquema piramidal de la criminalidad en Cali muestra que por encima de la delincuencia organizada está el crimen organizado transnacional (figura 1).

En este nivel, la delincuencia organizada es un actor instrumental que presta servicios criminales en una modalidad de tercerización. Lo relevante es que no está sometida a su homólogo superior, pero estrecha vínculos como medio para consolidarse en sectores estratégicos de la ciudad, de modo que genera disputas entre rivales que agudizan la violencia.

Otro elemento distintivo es su adaptación al entorno, de acuerdo con el aprendizaje criminal sobre el cual se constituyen. Hay dos tipos de aprendizaje: uno para aumentar las capacidades operacionales y otro para controlar al Estado; el primero abarca las innovaciones tanto tecnológicas como organizacionales, mientras el segundo hace relación a la influencia directa e indirecta sobre ciertas personas claves del Estado, que benefician su labor delictiva (Beltrán et al., 2012).

La delincuencia organizada no tiene la capacidad política y coercitiva del crimen organizado, pero extiende su influencia en funcionarios de nivel medio, quienes facilitan el desarrollo de sus acciones, y así garantiza su permanencia en el tiempo. Grupos como "San Luis" y "Los de la 16", de las comunas 6 y 9, llevan años delinquiendo, y factores asociados a la marginalidad y corrupción han permitido esta trayectoria.

Por otro lado, al comparar las informaciones obtenidas a través del trabajo de campo realizado en el marco del tratamiento integral de pandillas, se observan dinámicas de transformaciones o mutaciones de estas al nivel superior del esquema criminal; agrupaciones como "La Tatabrera" y "Los Lecheros", asentadas en el barrio El Vergel, de la comuna 13; "Los Bosculver", del barrio Prados del Sur, de la comuna 18, y "Los Badoo", del barrio Terrón Colorado, de la comuna 1, eran pandillas que incrementaron sus capacidades e hicieron tránsito a la delincuencia organizada.

Se puede apreciar que la acción de la delincuencia organizada en Cali, en consecución de sus objetivos, perturba el orden y la tranquilidad ciudadana; la efectividad con la que logran trasgredir estos derechos se deriva de la existencia de personas capacitadas en la actividad delincuencial, y esto eleva aún más el perfil de estos agentes criminales.

5. El desarrollo de la actividad delincuencial

Las tareas ejecutadas por la delincuencia organizada tienen características particulares, que requieren de personas con conocimientos técnicos y trayectoria en el oficio criminal; estos dos aspectos distinguen un delincuente común de uno que incursiona en un nivel organizado (Giménez, Requena, & Corte, 2011).

En Cali, el ingreso de un individuo al mundo criminal comienza, en la mayoría de los casos, a edades tempranas, cuando los niños y adolescentes que habitan en sectores marginales son inducidos en la delincuencia por actores criminales.

Desde una perspectiva individual, el delincuente puede ser el resultado de su entorno o de la baja influencia o ausencia de valores y principios. Los factores estructurales que afectan un normal desarrollo de las personas desvían el comportamiento de los niños y adolescentes, quienes observan, en las pandillas principalmente, un referente para imitar, lo cual propaga conductas reprochables y un ideario de que lo actuado es propio de su medio.

Esta condición es catalizadora de "carreras criminales", donde los principiantes sirven de "mensajeros" o "campaneros" (Defensoría del Pueblo, 2014) a los actores delincuenciales, y de acuerdo con sus habilidades empiezan a escalar en la comisión de delitos hasta alcanzar un grado de experiencia, como lo plantea Beltrán (2011):

...aquellos individuos que han convertido el delito en su forma de vida, es decir en su oficio, y para ello han procurado desarrollar competencias criminales, entre las cuales se destacan el conocimiento del negocio, tecnologías de agresión letal y la regulación de las emociones (p. 14).

La persona es coaccionada en edades en las cuales su inmadurez le impide profundizar en juicios de valor, pero en el transcurso de su vida, cuando desarrolla la actividad delincuencial como un oficio, su participación se vuelve voluntaria, y las razones económicas no están sometidas solo a la falta de oportunidades, al contrario, este ejercicio le representa ingresos que de manera legal no puede obtener.

La delincuencia organizada es una estructura movilizada por individuos que se vincularon por múltiples factores, como la escasa educación, la disfuncionalidad familiar, la influencia negativa de personas cercanas, el bajo nivel de ingresos y otras causas necesarias pero no suficientes para que alguien adopte comportamientos desviados (Roemer, 2001).

Estos problemas estructurales son visibles en el Distrito de Aguablanca (comunas 13, 14 y 15), en las comunas 6, 16 y 21, y en los sitios de ladera (comunas 1, 18 y 20), donde se concentra la mayor población vulnerable de la ciudad. Los habitantes de estos sectores lidian día a día con realidades de todo tipo, desde los efectos producidos por la pobreza y la desigualdad, hasta el riesgo y la zozobra que provocan las pandillas y la delincuencia organizada.

Hay condiciones en Cali que facilitaron la aparición y permanencia de los actores criminales, como el proceso de urbanización, el crecimiento demográfico descontrolado, el déficit habitacional, el surgimiento de asentamientos irregulares, entre otros, los cuales a su vez han absorbido a una población que se ha involucrado en la práctica de conductas delictivas, desviando capital humano y la construcción de un mejor desarrollo en la ciudad.

En nuestro caso, la delincuencia organizada se distingue de las demás organizaciones delincuenciales, y la comprensión de este fenómeno nos lleva a estudiar con más detalle algunas causas que influyeron en que una persona proyectara su vida en el oficio del crimen e hiciera parte del fenómeno.

6. Metodología

En esta investigación el enfoque metodológico utilizado fue cualitativo, usando la técnica de la entrevista, que fue aplicada a cuatro personas condenadas y recluidas en el Establecimiento Penitenciario de Mediana Seguridad y Carcelario de Cali, a quienes se les comprobó su participación en la delincuencia organizada y cumplen penas comprendidas entre cuatro y doce años de prisión. Para el análisis de la información recolectada se utilizó el Método de sistematización de información cualitativa etnográfica, que permitió ordenar las respuestas de cada sujeto y extraer de sus relatos de vida elementos que explicaran las causas de su vínculo con el fenómeno criminal en la ciudad de Cali.

La razón por la cual se escogió la técnica de entrevista es porque la naturaleza misma del problema de investigación así lo determina; este enfoque es el que mejor se adecua para levantar la información en el contexto social en el que se realizó la investigación, y a diferencia del Método cuantitativo, que sacrifica la comprensión por la extensión, con el cualitativo se facilitó el acercamiento a las reales causas que conducen a que una persona incursione en la delincuencia.

Para escoger a los participantes se tuvieron en cuenta dos parámetros principales: a) que los potenciales sujetos fueran personas condenadas y que estuvieran recluidas en el Centro Penitenciario de Cali; b) que les hubiese sido probada su vinculación con la delincuencia organizada, y en especial que hubieran pertenecido a grupos vinculados con el homicidio, teniendo en cuenta que es el delito de mayor impacto en esta jurisdicción.

Las entrevistas aplicadas a cada participante se estructuraron en once preguntas abiertas, que buscaban abordar aspectos de la vida de cada sujeto, desde su infancia hasta el momento en que fueron capturados, focalizando el interés en su vínculo y trayectoria en el mundo del crimen urbano. El procedimiento metodológico aplicado para el desarrollo de esta investigación fue sometido ante el Comité de ética Seccional de la Universidad Libre, a fin de garantizar los principios éticos y de control de calidad de la actividad, preservando así los derechos y el bienestar de los participantes.

Los estudios de caso se desarrollaron los días 28 y 29 de octubre del 2014, una sesión de 45 minutos por cada participante, quienes firmaron el consentimiento informado de que los datos y hechos suministrados por ellos en las entrevistas serían usados con fines académicos, y se aclaró que su identidad se protegería a través del anonimato.

Para contextualizar el fenómeno del que hacían parte los cuatro entrevistados, fue necesario desarrollar una descripción basada en variables cualitativas obtenidas de una muestra de 248 grupos desarticulados de la delincuencia organizada y 1.312 integrantes capturados entre los años 2008 y 2013 en la ciudad de Santiago de Cali, información extraída y procesada de las bases de datos de la Policía Nacional y el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario.

El procesamiento y análisis de la información cualitativa primaria y secundaria recolectada facilitó integrar los resultados con las teorías ecológicas, del proceso social y de la economía del crimen, para indagar desde una perspectiva sociológica y económica el porqué las personas, en especial los jóvenes, adoptan el oficio del crimen e ingresan a la delincuencia organizada.

7. Resultados

7.1. Descripción de la delincuencia organizada en Cali

Con base en la información estadística del SIEDCO4 se obtuvieron rasgos característicos que describen a la población en estudio, quienes son integrantes de la delincuencia organizada y fueron capturados por la Policía Nacional entre los años 2008 y 2013 en la ciudad de Santiago de Cali (tabla 2).

De 1.312 capturados, el 84 % fueron hombres, y el 16 % restante, mujeres; el 54 % tienen edades comprendidas de los 18 a 30 años, seguidos por un 23 % de aquellos que oscilan entre los 31 y 40 años. Los desempleados, las actividades u oficios varios y los comerciantes son las ocupaciones manifestadas por el 65 % de los sujetos.

Al cruzar la información de los capturados con la base de datos del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario - SISIPEC5, se encontró que el 52 % fueron remitidos a un centro penitenciario, y el restante 48 % quedaron en libertad. De los remitidos, el 29 % han reincidido en el ingreso a la cárcel entre dos y diecinueve veces, como se presenta en la tabla 3.

Asimismo, la información tratada visualiza que de los 248 grupos de la delincuencia organizada desarticulados en los últimos seis años, el 40 % enfocaban sus acciones a la comisión de delitos contra el patrimonio, el 37 % a aquellas conductas que afectan la vida, la integridad y libertad de las personas, otro 20 % al narcomenudeo y un 4 % restante a delitos concernientes a estafa, falsificación y otros (figura 2).

Es necesario resaltar que los delitos graficados corresponden a la actividad principal que realizaba cada agrupación, y debido a la acción propiamente delincuencial, cada agente despliega otra serie de delitos conexos, que les facilita el alcance de sus objetivos o que se derivan de situaciones imprevistas que se salen de control.

El 45 % de las grupos desarticulados se concentraron en las comunas 3, 8, 9, 10, 11, 12 y 17, ubicadas en la zona central y sur de la ciudad, delimitadas entre sí y a su vez conectadas con las comunas del oriente y ladera del municipio (figura 3).

Esta observación se complementa con el análisis del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH, que toma como criterios el carácter telúrico de los actores criminales y el análisis de redes que entretejen estos (Obserdh, 2006).

Primero, la posición de cada grupo está dada al momento de su desarticulación, es decir, en el sitio donde están asentados sus integrantes y centros de reunió; estos lugares no están supeditados a espacios cerrados, y en muchos casos la planificación se lleva a cabo en sitios públicos, como centros comerciales y discotecas, como lo manifiesta en una entrevista un exintegrante de un grupo de la colonia nariñense, que fue capturado en el transcurso de labores operativas de la Policía Metropolitana:

Ellos se reúnen en Jardín, se rene el zarco, Diego alias Tortugo, que es la mano derecha de Guao, el Primo, Ronald, el zarco; ahí les pagan, se planean cosas...6.

Al tener una dimensión despegada del territorio, sus acciones son ejecutadas en sitios donde se facilita su actividad principal. En el caso del homicidio en modalidad de sicariato, el hecho violento será realizado en el sector que mejor brinde las condiciones de maniobra y escape de los implicados; en los diferentes tipos de hurto, los delincuentes concentrarán su accionar en lugares con cualidades que se ajusten a sus objetivos.

Este despliegue proporciona una clandestinidad, que los oculta en sectores residenciales o comerciales de la ciudad. También tienen acceso a las zonas donde se localizan las 105 pandillas identificadas en la ciudad (Sipol Cali, 2014), con el fin de subcontratar a sus jóvenes integrantes, a quienes les encargan la realización de homicidios, extorsiones y otros delitos, para desviar su incriminación en ciertas actividades delincuenciales.

7.2. Causas de la delincuencia organizada en Cali

7.2.1. Un origen de pobreza y exclusión social

De estos participantes, tres son oriundos del Valle del Cauca y uno de Antioquia; este último llegó a los doce años a esta ciudad. Este aspecto muestra que los integrantes de la delincuencia organizada por lo general son nacidos en el sector donde delinquen; su arraigo les puede generar un mejor desempeño en las actividades que ejecutan, porque interiorizan un territorio como una zona segura y mantienen conexión con sus lazos familiares y redes de contactos.

Los barrios de donde provienen son de estratos 1 y 2, como Siloé (comuna 20) y Mojica (comuna 15), zonas que históricamente han presentado los índices más altos de violencia en el municipio, y a la vez se concentra el mayor número de pandillas (figura 4); las comunas 20 y 15 focalizan el 47 % de estos grupos (Sipol Cali, 2014).

El 19,1 % de la población de Santiago de Cali vive en condiciones de pobreza (Dane, 2014), y una mayor proporción de estas familias son marginadas profundamente por una ciudad que los estigmatiza como personas violentas y peligrosas, porque viven en el Distrito de Aguablanca y en la zona de ladera, con muy pocas posibilidades de acceder a educación, en escenarios donde niños, niñas y adolescentes crecen presenciando problemas agudos entre ellos, violencia intrafamiliar que alcanzó las 7.264 víctimas para el año 2013 (Personería, 2014). Esa es la otra Cali, la que muchos temen, otros estigmatizan, la que muchos no quisieran ver, pero que es una realidad inminente.

La problemática que enfrentan los sectores del Distrito de Aguablanca y zona de ladera de la ciudad se agudiza con la llegada de una gran parte de los desplazados, producto del conflicto armado y la violencia que se libra en el país, lo cual incrementa el surgimiento de asentamientos irregulares (invasiones). A la fecha de este estudio la ciudad ha recibido 315.171 personas en condición de desplazamiento (Unidad Víctimas, 2015), casos vividos por alguno de los participantes:

...pues sí... familia de pocos recursos así... la infancia... mi infancia estuvo así, digamos, casi toda mi infancia hasta los 14 años estuve en Buenaventura, porque mucha, mucha, mucha violencia por allá, y me vine a vivir acá a Cali y no seguí estudiando... (Alonso7, 2014).

Cali es un foco que recibe la mayor parte de la población desplazada del andén del Pacífico, grupos que al no ser atendidos en todas sus necesidades básicas, terminan aumentando los índices de pobreza, de falta de educación y, por último, de delincuencia; situación que convierte a Cali en una de las ciudades más violentas e inseguras del país, donde el 13,4 % de la población ha sido víctima de un delito (Dane, 2014); los jóvenes son influenciados por pandillas que libran luchas territoriales en los barrios más pobres, y cuyo accionar son las actividades delictivas, como el hurto a mano armada, el sicariato, el narcomenudeo, y más tarde integrar la delincuencia organizada, como lo expresa muy bien una cita de uno de los entrevistados:

...no... pues... es que uno de niño, uno de niño es como casi no tiene la mente, dígamelo así como nosotros hablamos, casi no tiene la mente de que... dígamelo de pensar, uno ve una persona de esas, usted ya prácticamente quiere coger el camino de ellos ya, pero como uno no tiene el apoyo de un padre que esté como digámoslo que esta así apoyándolo a uno, solo la madre... ya usted ve es... prácticamente un bandido, digámoslo así, entonces usted quiere coger esa carrera, ya quiere como juntarse con ellos... (Alonso, 2014).

La condición de pobreza es la primera causa y la más importante para que un niño o adolescente termine involucrado en la delincuencia organizada; la marginalidad, la exclusión social, la falta de oportunidades educativas en la que están creciendo cientos de niños, son el caldo de cultivo para que futuras generaciones de adolescentes se involucren en actividades delictivas. La pobreza es una de las causas estructurales de la violencia en el país, como es señalado por Galtung (2003) en el triángulo de la violencia, quien muestra que esta es fruto de un determinado modo de organizar la sociedad y de distribuir recursos y oportunidades que mantienen las desigualdades sociales, las cuales siembran otras formas de violencia estructural (Galtung, 1969).

7.2.2. Familias disfuncionales

En la relación familiar de cada sujeto se observa una figura de autoridad representada en uno de los padres o familiares cercanos, quienes están presentes en edades tempranas; sus condiciones ocasionan traslados a diferentes sectores, lo cual genera inestabilidad en los ámbitos habitacional y escolar. Aunque sus núcleos familiares no son grandes, entre tres a cinco miembros, persisten problemas en la obtención de recursos suficientes para un sostenimiento integral adecuado.

Analizando la información obtenida en las entrevistas, los núcleos familiares de los que proceden los entrevistados se caracterizan por presentar ausencia de la figura paterna, donde muchas mujeres son cabeza de hogar, y debido a su bajo nivel educativo deben laborar en oficios varios para el sostenimiento económico del hogar, actividad que les absorbe gran parte de su tiempo, de modo que descuidan la educación de sus hijos, quienes manifestaron que fueron descuidados por sus padres, y esa es la razón por la que ellos consideran que terminaron convirtiéndose en delincuentes; observemos algunas citas textuales:

... Vivía solamente con mi mamá, mi papá y mi mamá se separaron como que... Yo tenía como 3 años... Entonces mi madre toco échasela como de padre y madre... (Alonso, 2014).

...Pues la verdad, yo tenía muchas ganas de seguir estudiando, pero desafortunadamente no podía seguir estudiando por faltas de, cómo se dice, de recursos, por faltas de unos padres en los cuales ya no los tenía ahí al lado; y triste porque yo quería tener a mi papá y a mi mamá, mi papá pues ya muerto y mi mamá ya se había ido y yo aquí en Cali a la deriva... (Pedro, 2014).

Las dificultades y el abandono en que se vieron inmersos los sujetos entrevistados, en particular durante su adolescencia, facilitaron la influencia de amigos y conocidos del sector donde residían, quienes los inducían al consumo de estupefacientes y a participar en actividades ilegales como una "oportunidad", lo cual desvió el proceso educativo de estas personas y condujo a una deserción escolar, que para el año 2012 alcanzó una tasa del 5,8 % de los alumnos matriculados en el sistema educativo regular oficial (Observatorio de la Educación, 2012). La influencia de personas ajenas a su hogar, reforzada con el entorno en que vivía cada sujeto, fueron factores determinantes en su proceso de vinculación con la actividad criminal. Observémoslo en la siguiente cita:

...como le dije por los bajos recursos, ellos aprovechan más que todo cuando usted es de bajos recursos, cuando usted no tiene un aporte que digamos para trabajar y comprarse unos tenis de doscientos mil, que eso es lo que uno buscaba, entonces le hacen propuestas a uno, te damos tanto y uno haciendo nada... (Alonso, 2014).

En la etapa de su vida donde empieza su incursión en el mundo criminal, fue débil la intervención de su familia, tomando ventaja los intereses personales sustentados en elementos superficiales y materiales, que invirtieron los valores y fueron ausentes durante su infancia, lo cual redujo los sentimientos de culpa, que fueron edificando insensibilidad frente a sus actos, que para ellos eran normales, pero para la sociedad reprochables.

La familia es el primer espacio de socialización del individuo; a través de la familia el ser humano se hace un "ser social" y aprende las normas de la convivencia social; esta influencia va a estar presente durante toda la vida del ser humano. Por este motivo, se ha afirmado que la familia es "la institución esencial a través de la cual se asegura la reproducción de las relaciones sociales" (Ferreol y Noreck, citados en Aebi, 2008, p. 19).

A través de la historia se ha señalado la necesidad de moldear la familia, para garantizar la conservación de sus respectivos modelos de sociedad. Aunque existen diversas tipologías de familias en Colombia, de acuerdo con el tipo de unió y relaciones funcionales de sus miembros (Echeverri, 2004), la característica común de estas modalidades es:

...la inestabilidad afectiva y cohabitacional en las relaciones de pareja y de familia, es decir, la propensión a la ruptura y a las separaciones conyugales, como resultado de diversos conflictos entre los distintos miembros o como consecuencia de factores externos a la familia, diferentes para cada estrato socioeconómico y para cada región (Echeverri, 2004, p. 9).

Cuando los vínculos que unen a la familia se debilitan, y en muchos casos se "rompen", los integrantes más vulnerables (niños, niñas y adolescentes) se exponen a situaciones como la violencia intrafamiliar y el abandono, que pueden encauzarlos hacia comportamientos antisociales.

7.2.3. La cultura de la ilegalidad

La actividad delictiva mueve ganancias millonarias, que son muy difíciles de calcular; actividades como la extorsión, el hurto en sus diferentes tipologías, la comercialización y expendio de estupefacientes, dejan sumas exorbitantes de dinero a quienes se encuentran en esas prácticas ilegales.

En la ciudad de Cali, donde el índice de desempleo ha sido alto, hasta alcanzar tasas del 11,6 y 11,2 % para los años 2013 y 2014, respectivamente (Dane, 2014), y los empleos que existen exigen un nivel de formación académica muy alta, y se devengan salarios muy bajos, miles de jóvenes excluidos del sistema educativo, ya sea porque no han logrado acceder a él o porque desertaron por las condiciones de pobreza, verán en las actividades delincuenciales una forma de trabajo y de generación de ingresos, que difícilmente un trabajo o empleo formal y legal les puede brindar.

La actividad delictiva que más ingresos genera en Colombia a quienes se dedican a ella es el narcotráfico. Autores como Garay y Salcedo (2012) sostienen que Colombia ha vivido una "narcotización de la cultura", donde la cultura del narcotráfico trastocó la escala de valores, de modo que generó en la sociedad el inmediatismo de la riqueza. Miles de jóvenes saben que esa es la vía rápida para conseguir mucho dinero en el país; la ilegalidad y lo delictivo se convierte en una muy atractiva posibilidad de ingresos para los adolescentes, que en Cali están excluidos del sistema educativo y del mercado laboral; obsérvese en la siguiente cita textual de uno de los entrevistados:

...Claro, voy a contarte un millón, que para ese tiempo eran lo que ahora son por ahí tres o cuatro, digámoslo así, porque voy a contarte, en el mundo del narcotráfico y la violencia no hay plata que rinda, porque si yo me gano dos millones ya no compro zapatillas de cien mil, ni pantalones de ciento cincuenta, ya me compro de trecientos, Americanino, ya iba a Unicentro, ya mi vida había cambiado rotundamente, ya trataba con otras personas... (Carlos, 2014).

7.2.4. Incursión y práctica de la actividad delincuencial

En los casos de vida se observa una trayectoria en la actividad criminal. En sus inicios cometen delitos menores, debido a su inexperiencia y falta de confianza; a medida que avanzan sus edades adquieren suficiente destreza para ejecutar acciones de mayor complejidad, y extienden sus redes de contacto en el medio ilegal, que los conecta con otros grupos, donde participan y actúan conjuntamente.

Con el tiempo han experimentado diferentes niveles de criminalidad; han asumido su actividad delictiva como una forma de trabajo que les proporciona un estilo de vida con un nivel económico superior al que recibieron en su infancia, y que les ha permitido construir relaciones de amistad y de enemistad, lo cual ha comprometido su integridad física y mental, desestimulando otros proyectos de vida, lo cual los obliga a sumergirse en este mundo criminal para sobrevivir.

El riesgo también cobija a familiares cercanos, como padres, hermanos, esposa e hijos, quienes en la mayoría de los casos conocen las acciones que realizan sus allegados, pero el producto de estas actividades representa el sustento económico de sus hogares, lo que motiva una actitud permisiva y de complicidad; en estos casos se puede configurar un círculo vicioso, donde sus hijos y parientes cercanos toman como referentes los comportamientos de los entrevistados para su propio modelo de vida.

Argumentan todos los sujetos muestra, que el factor económico es la razón principal de la existencia de la delincuencia organizada, la cual está en función del dinero. De acuerdo con sus historias, la experiencia de cada uno los habilita para integrar estos grupos, que buscan personas que se desenvuelvan en el mundo criminal y sean referenciadas por otros sujetos de su medio, lo cual hace de esta actividad un círculo cerrado, donde pocos participan, cada uno desempeñando una tarea específica.

El papel que adopta cada integrante dentro de la organización se ajusta a sus capacidades y nivel de jerarquía, que se ha constituido en su vínculo con el entorno criminal.

Esta secuencia ha moldeado en cada sujeto un perfil característico: son hombres en edades adultas, procedentes de barrios de bajos recursos, que se vincularon a través de terceros en actos delincuenciales desde su adolescencia, y con el transcurrir de sus años fueron adquiriendo habilidades y contactos que los posicionaron en estructuras organizadas, y alcanzaron un estatus en el mundo criminal; asumen su comportamiento desviado como una forma de trabajo que les aporta ingresos económicos, y construyen un estilo de vida basada en la ilegalidad de sus actos, permisividad de su núcleo familiar y cohesión con el grupo en que delinquen.

8. Discusión

Santiago de Cali ha sido señalada en los últimos seis años como uno de los centros urbanos con mayor índice de violencia, al aportar el 12 % del total de homicidios registrados en el país, y una tasa de 66 muertes violentas por cada cien mil habitantes para el año 2014 (Alcaldía de Cali, 2015); el 69 % de estos eventos corresponden a móviles de la dinámica de los actores criminales.

La delincuencia organizada representa, dentro del andamiaje criminal de Cali, a un sector con capacidades suficientes para infringir la ley en función de objetivos económicos; esta motivación la convierte en un agente perturbador del orden y la tranquilidad ciudadana, ya que se involucra en la ejecución de un delito principal, como el homicidio, el fleteo, el hurto a vehículos, el narcomenudeo, sin descartar que en la práctica también cometen otras conductas delictiva conexas.

La información estadística analizada de los 248 grupos de la delincuencia organizada desarticulados entre los años 2008 y 2013, permitió conocer que el 40 % dirigían sus acciones para cometer delitos contra el patrimonio económico, y otro 37 % atentaban contra la vida, la integridad y libertad de las personas, conductas que más afectan a los ciudadanos.

De los 1.312 integrantes capturados en el desarrollo de esas operaciones, la mayoría son hombres jóvenes-adultos, sin una profesión u oficio formal que les genere una estabilidad económica. La especialización y experiencia son las cualidades más relevantes de cada miembro, y determinan los cargos y funciones que desempeñan dentro de la organización.

Este análisis cuantitativo facilitó la comprensión del fenómeno en Cali, de modo que sentó bases conceptuales y descriptivas que guiaron el desarrollo de las cuatro entrevistas estructuradas, donde se visualizaron factores sociales y económicos que se constituyeron en elementos necesarios para que los participantes ingresaran a la delincuencia organizada.

En primer lugar, los entrevistados expusieron en sus historias que la falta de recursos económicos fue un factor predominante en su infancia y adolescencia, condición que los obligaba a vivir junto con sus familias en contextos donde el consumo de estupefacientes, la influencia de agentes criminales y la permisividad ante comportamientos reprochables estaban presentes, y su incidencia los llevó a retirarse de su proceso escolar para involucrarse en actividades delincuenciales.

En tres de las narraciones se evidencia la ausencia del padre, y una el abandono de los dos padres, situación que ellos consideran como determinante para que hayan ingresado al mundo de la delincuencia, ya que carecían de orientación y acompañamiento de sus progenitores en edades en las que eran más vulnerables a las influencias negativas. Para estas personas, la familia no fue un espacio de socialización primaria normal, y el primer proceso educativo en que se adquieren los valores de una sociedad fue fragmentado y reemplazado por un sistema de antivalores, que favorecía la práctica de conductas desviadas.

A medida que se involucraban en la delincuencia surgían otros elementos, reforzados por una cultura de ilegalidad, dominante en este medio, que ofrecía ingresos económicos representativos y conexión con otros integrantes y agrupaciones. En el transcurso de sus vidas adquirieron destrezas en el ámbito criminal, y asumieron la actividad delictiva como una forma de trabajo y un estilo de vida que también acogió a su círculo familiar más cercano.

La falta de educación y la disfuncionalidad de las familias dejan en estado de vulnerabilidad a los niños, niñas y adolescentes, que son atraídos por la delincuencia al percibirla como una actividad muy lucrativa, sin medir los peligros que ocasiona, tanto a ellos como a la comunidad; su incidencia desestimula proyectos de vida sanos y amenaza con afectar el capital humano de la sociedad, lo cual reduce sus expectativas de progreso.

La metodología cualitativa adoptada en la investigación permitió centrar la atención en determinados factores, expuestos por los participantes como los causantes de su vinculación con la delincuencia organizada. Tal vez la cantidad de entrevistas no abordaron más elementos para explicar la problemática, lo que requirió como soporte la construcción conceptual y descriptiva del fenómeno en esta ciudad, partiendo de la información recopilada por la Policía Nacional a nivel delictivo y operacional, y contrastar con otras bases de datos.

Sin embargo, las causas que se analizaron en el transcurso del trabajo permiten comprender que su manifestación es necesaria, pero no suficiente para que una persona adopte comportamientos criminacriminales, lo cual reviste de importancia seguir ahondando en la búsqueda de los elementos individuales, sociales, económicos, culturales y demás que puedan arrojar luces al problema del delito, especialmente en Cali, donde los índices de violencia y criminalidad impactan la convivencia y seguridad ciudadana.

9. Conclusiones

De toda la información procesada en el estudio se concluye que la delincuencia organizada es un sector con capacidad y disposición para generar violencia e inseguridad dentro y fuera del municipio de Santiago de Cali, y su papel en la red criminal identificada en esta ciudad es vital para el crimen organizado, que las utilizan en la consecución de sus objetivos estratégicos. Además, son referentes para las pandillas juveniles, que destinarán esfuerzos para alcanzar su nivel delincuencial (mutación).

Los cuatro casos estudiados presentan ciertas situaciones que forjaron en los entrevistados su vínculo con el delito, como su pertenencia a familias monoparentales, las limitaciones económicas y la necesidad de sobrevivir, que ocasionaron un descuido y abandono que los alejó de un proceso educativo y un desarrollo psicosocial sanos.

Al vivir en sectores de estrato socioeconómico bajo, donde hay influencia de actores criminales, como las pandillas, el riego aumentaba para estas personas, quienes en un medio perjudicial fueron incitados al consumo de sustancias psicoactivas y a la práctica de conductas antisociales. La permanencia en estos ambientes amplió sus capacidades delictivas y redes de contacto, que los posiciona en el contexto criminal como sujetos con experiencia para integrar formas organizadas.

El análisis del fenómeno en Santiago de Cali, y de los factores observados en cada uno de los participantes, arrojó como resultado dos causas fundamentales que explican por qué las personas ingresan a la delincuencia organizada:

La primera es de tipo estructural, que ocasiona disfuncionalidad en las familias, dificultades laborales y escasez de recursos, deserción escolar y todos los factores ecológicos y ambientales que prolongan la pobreza en medios adversos, donde hay presencia de agentes criminales y permisividad ante comportamientos reprochables, que influyen negativamente en los niños, niñas y adolescentes, lo cual dificulta el papel de las instituciones sociales, que la teoría ecológica considera importantes para prevenir la violencia y la delincuencia en una comunidad.

Mientras no se resuelvan las causas estructurales de la violencia, la delincuencia crecerá en forma progresiva y la ciudad se convertirá en un municipio más crítico, donde cada vez más jóvenes, como los entrevistados en esta investigación, terminarán convirtiéndose en miembros de la delincuencia organizada.

La segunda es generada por la misma actividad criminal, que se considera como una forma de trabajo que genera ingresos económicos, pero la característica principal es que solo se asocian personas que tengan trayectoria en el oficio del crimen y habilidades para cumplir cargos y funciones dentro de la organización, lo cual es compatible con la teoría del proceso social y de la elección racional, que expresan las decisiones que adoptan las personas al proyectar la actividad criminal como un estilo de vida.

La mirada de la delincuencia organizada en Santiago de Cali, desde una perspectiva criminológica, amplía el marco de comprensión del fenómeno y aporta elementos que sirven de insumo para los procesos de decisión en el ámbito policial, y para la implementación de políticas públicas que busquen contrarrestar las causas generadoras de violencia e inseguridad en la ciudad.


Notas

1 Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH.

2 Autodefensas Unidas de Colombia, también conocidas como grupos paramilitares.

3 Esta variable corresponde a los casos donde el homicidio fue consecuencia de un hurto; asimismo, la variable "por hurtar" identifica los hechos en los cuales la persona que comete o intenta cometer un hurto resulta ser la víctima mortal.

4 Sistema de Información Estadístico, Delincuencial, Contravencional y Operativo de la Policía Nacional.

5 Sistematización Integral del Sistema Penitenciario y Carcelario.

6 Apartes de una entrevista realizada por funcionarios de la Seccional de Investigación Criminal SIJIN Cali, dentro de las investigaciones dirigidas a la desarticulación de organizaciones criminales; la persona entrevistada cuando menciona "Jardín", se está refiriendo al Centro Comercial Jardín Plaza de esta ciudad.

7 Los nombres han sido cambiados para proteger la identidad de los entrevistados.


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