* Al final del artículo, como anexo, se incluyen un total de 35 tablas que describen los registros de criminalidad y actividad operativa de la Policía Nacional en el 2023, desagregando las variables por tipologías y niveles territoriales. Por tanto, la numeración de las tablas al interior del artículo combina la numeración de las tablas anexas y las incluidas en cada acápite de análisis.
Para citar este artículo / To reference this article / Para citar este artigo: Norza Céspedes, E., Sierra Pineda, J., Rodríguez Barrios, H. y García Pérez, J. (2025). Trayectorias del crimen y actividad policial (policing): evidencia para el diseño de estrategias de seguridad en Colombia. Revista Criminalidad, 67(1), 167-309. https://doi.org/10.47741/17943108.682
Ervyn Norza Céspedes
Doctor en Ciencia Política.
Universidad de los Andes y Universidad del Rosario
Bogotá, D. C., Colombia
eh.norza10@uniandes.edu.co
https://orcid.org/0000-0002-6665-0116
Juan Carlos Sierra Pineda
Magíster en Pensamiento Estratégico y Perspectiva
Policía Nacional de Colombia
Bogotá, D. C., Colombia
juan.sierra@correo.policia.gov.co
https://orcid.org/0000-0002-9529-0113
Henry Rodríguez Barrios
Especialista en Estadística Aplicada
Policía Nacional de Colombia
Bogotá, D. C., Colombia
henry.rodriguez7868@correo.policia.gov.co
https://orcid.org/0009-0000-6173-0419
Juan García Pérez
Especialista en Analítica de Datos
Policía Nacional de Colombia
Bogotá, D. C., Colombia
jp.garcia00004@correo.policia.gov.co
El análisis de la criminalidad, sus dimensiones, tipologías y dinámicas en el ámbito territorial, constituyen el insumo para el diseño de estrategias de seguridad. Este artículo, mediante el uso de estadística descriptiva y análisis espacial del delito, examina el comportamiento de los delitos y los resultados operativos de la Policía Nacional de Colombia durante el 2023. Los resultados ilustran los territorios con criticidad y las variaciones en la reducción o agudización del delito, brindando elementos para focalizar y priorizar acciones en la prevención, disuasión e intervención del fenómeno criminal.
Palabras clave:
Criminalidad; policía; homicidios; capturas; policiamiento
The analysis of crime, its dimensions, typologies and dynamics at the territorial level, constitute the input for the design of security strategies. This article, through the use of descriptive statistics and spatial analysis of crime, examines the behaviour of crime and the operational results of the National Police of Colombia during 2023. The results illustrate the territories with criticality and the variations in the reduction or aggravation of crime, providing elements to focus and prioritise actions in the prevention, deterrence and intervention of the criminal phenomenon.
Keywords:
Crime; police; homicides; arrests; policing
A análise do crime, suas dimensões, tipologias e dinâmicas em nível territorial constitui elemento fundamental para a formulação de estratégias de segurança. Neste artigo, por meio da utilização de estatísticas descritivas e da análise espacial do crime, são examinados o comportamento do crime e os resultados operacionais da Polícia Nacional da Colombia durante 2023. Os resultados evidenciam os territórios mais críticos e as variações na redução ou agravamento do crime, fornecendo subsídios para a definição de prioridades e para o direcionamento de ações voltadas à prevenção, dissuasão e intervenção do fenômeno criminal.
Palavras-chave:
Crime, polícia, homicídios, prisões, policiamento
La criminalidad constituye uno de los principales focos de atención en la gobernanza de la seguridad estatal. En este contexto, la necesidad de analizar los datos de criminalidad registrada ha sido reconocida globalmente como un paso fundamental en el ciclo de formulación de políticas públicas, específicamente en la fase de diagnóstico del problema en los territorios. Por tanto, con el objetivo de analizar la trayectoria del delito y caracterizar sus dinámicas en Colombia, este artículo asume la criminología táctica como enfoque central para el diseño de estrategias de seguridad y el policiamiento basado en evidencia (Norza y Gallego, 2025). A partir de un enfoque metodológico descriptivo con análisis espacial del crimen, examina las cifras de criminalidad registradas en el 2023, identificando trayectorias, tipologías y factores asociados a su distribución geográfica y sus dinámicas criminógenas.
El artículo está dividido en cuatro secciones que comparan la evolución de los delitos, sus tipologías y la intensidad criminal a nivel nacional y local, a partir de la selección de variables criminológicas. En la primera se ilustran las trayectorias de la criminalidad en Colombia por títulos penales. En la segunda sección se analizan los delitos de impacto, tipologías de las conductas y dinámicas espaciales del delito. Como tercera sección, se incluye el análisis de los resultados operativos de la Policía Nacional, iniciando por las capturas con sus tipologías, e ilustrando otras acciones del servicio policial, como incautaciones, rescates, recuperaciones, incautaciones al narcotráfico y otras, derivadas de la lucha contra la criminalidad en Colombia. Y finalmente, en la cuarta sección se incluyen algunos insumos para el diseño de estrategias con evidencia empírica que nutre la toma de decisiones a nivel táctico y operacional desde las instituciones de seguridad y policía (Norza, 2018, 2023).
Asumiendo que la criminalidad es heterogénea en tiempo, espacio, formas e intensidad, se presenta en esta primera parte del artículo, la comparación del comportamiento de la criminalidad en Colombia, de acuerdo con las tipologías definidas en los títulos penales del Código Penal colombiano.
Con la finalidad de brindar un contexto sobre las trayectorias de la criminalidad, se ilustra la información desagregando las variables necesarias para el diseño e implementación de estrategias de seguridad territorial de los 21 títulos penales tipificados en Colombia (véase tabla 1); entre ellas, con especial atención en los Delitos contra el patrimonio económico como el grupo con mayor proporción registrada en el 2023. Asimismo, por su connotación en el tipo de impacto en la sociedad, se analizan los Delitos contra la vida y la integridad personal, y en la misma línea, por la intensidad y transformación de la criminalidad hacia el ciberespacio, se caracterizan los delitos De la protección de la información y de los datos. En general, en esta primera sección del artículo se describen los registros de criminalidad acompañados de algunas interpretaciones criminológicas y una mirada territorial por departamentos y ciudades capitales en Colombia.
En un primer análisis de los datos, es posible identificar que durante el 2023 se registraron en Colombia 1 518 267 delitos. Es decir, que, en promedio, al mes fueron 126 522 delitos, en una semana 29 197, en un día 4160 y por hora 173 delitos conocidos por la policía y registrados en el 2023.
Como se observa en la tabla 1, tres títulos penales registraron los mayores incrementos comparando el 2022 con el 2023 (V. ABS), y además, concentraron el 61 % del total de registros en el 2023 (% Partici.), correspondientes a los delitos: “contra el patrimonio económico (46.9 %)”, “contra la familia (9.95 %)” y “contra la fe pública (4.93 %)”.
Particularmente, los delitos contra el patrimonio económico concentraron el 46.09 % (699 770) del total de la criminalidad registrada en Colombia durante el 2023 (1 518 267). En este conjunto de conductas, el hurto a personas representó el 55.87 % de los registros en este título penal, y a nivel general, en el total de delitos en Colombia, equivale al 25.6 % de toda la criminalidad durante el 2023.
Tabla 1 Comparativo de delitos por títulos del Código Penal 2022-2023
Las cifras presentadas en esta publicación están sujetas a variación por denuncias que ingresan por el Sistema de Denuncias y Contravenciones (SIDENCO) al Sistema Penal Oral Acusatorio.
Las siglas en la tabla corresponden con V. ABS: variación absoluta comparando el 2023 con el 2022. V. %: variación porcentual. % Partic. 2023: proporción de los títulos penales en el 2023.
Nota: se resalta inicialmente al interior de la V. ABS, los mayores aumentos. Asimismo, dentro de esta primera priorización se resaltan los principales incrementos en V %; y finalmente, los seis títulos penales con mayor participación en el 2023.
La posición de los títulos la define la variación absoluta en una ordenación de mayor a menor.
Asimismo, el hurto a personas, junto con otras cuatro conductas criminosas, representaron el top cinco de los delitos en el título penal contra el patrimonio económico; entre ellas, las siguientes conductas (véase figura 1): la estafa con 107 291 registros concentró el 15.33 % en este título penal, seguida del hurto a entidades comerciales con el 6.14 % (43 025), el hurto de motocicletas con el 5.96 % (41 707) y el hurto a residencias con el 5.10 % (35 702), evidenciando las diversas formas en las cuales el patrimonio de las víctimas es vulnerado. Por tanto, el hurto en sus modalidades, es el delito de mayor impacto en los colombianos, según los niveles de victimización registrados en diversos estudios de percepción y victimización (CCB, 2024).
Esta proporción sugiere que las estrategias de seguridad deben priorizar y focalizar intervenciones que integren de manera articulada políticas públicas y acciones institucionales orientadas hacia la prevención, disuasión y reacción judicial frente a los delitos contra el patrimonio económico, con un énfasis particular en el hurto a personas y las estafas (véase figura 1).
Figura 1 Proporción de los delitos en el título VII “Delitos contra el patrimonio económico” durante el 2023
Fuente: SIEDCO.
Por otra parte, los títulos penales “Delitos contra la libertad individual y otras garantías”, y los “Delitos contra la integridad moral”, representaron los mayores aumentos porcentuales equivalentes al 43.77 % y 31.45 % comparando el 2023 con el 2022, respectivamente (véase tabla 1).
Con respecto a la libertad individual y otras garantías, dos delitos concentraron el 85.05 % de los registros en este título penal durante el 2023: correspondientes al “constreñimiento ilegal” con 25 327 registros y el “desplazamiento forzado” con 13 254 registros; los cuales representaron el 55.83 % y 29.22 % en este título penal (véase tabla 2 en anexos). Este panorama es consistente con las dinámicas que enmarcan el conflicto colombiano al interior de los territorios con presencia de grupos armados que constituyen repertorios de violencia y utilizan estas dos formas de criminalidad para ejercer control violento en las poblaciones (Arjona, 2016; Durán-Martínez, 2013; CICR, 2023).
Por otra parte, el título penal “la integridad moral”, registra aumento del 31.45 % equivalente a 10 125 registros más en el 2023; pasa de 32 193 en el 2022 a 42 318 en el 2023. Los delitos de injuria (CP, art. 220) y calumnia (CP, art. 221) concentraron el 72.7 % de los delitos en este título penal.
Este aumento en el comportamiento criminoso asociado con la integridad moral, además de los 18 tipos penales, representa el cuarto lugar en mayor incremento durante el 2023 en Colombia, podría tener algunas explicaciones en el fenómeno de discursos de odio como herramienta de ataque hacia las personas y las instituciones; como lo ha manifestado Naciones Unidas (ONU, 2023, 2019), ha trascendido del espacio físico al escenario virtual mediante estrategias de desinformación, malinformación y misinformación, creando narrativas enmarcadas en la injuria y la calumnia, como una estrategia para atacar el capital reputacional y la confianza entre las personas e instituciones, que, incluso, trasciende hacia la violencia física de acuerdo con la táctica empleada al interior del discurso de odio (Norza, 2024), y a nivel mundial ha registrado incrementos en las formas de relacionamiento de las poblaciones.
En cuanto al título penal de los “Delitos contra la vida y la integridad personal”, considerado uno de los más graves por su impacto directo en el derecho fundamental a la vida, representó el 11.48 % del total de los delitos registrados en Colombia durante el 2023, con 174 273 casos. Este título penal se consolidó como el segundo con mayor proporción de registros durante el año (solo superado por los delitos contra el patrimonio económico), registrando un aumento del 3.30 % equivalente a 5573 delitos comparado con el 2022 (véase tabla 1). Al respecto, la accidentalidad vial representada en las lesiones y homicidio culposo, representó el 33.8 % de los delitos en este título penal; las lesiones personales el 56.3 % y el homicidio el 7.9 % (véanse figura 2 y en anexos la tabla 2).
Figura 2 Proporción de los delitos en el título “Delitos contra la vida y la integridad personal” durante el 2023
Fuente: SIEDCO.
Por otra parte, con el viraje que ha experimentado la criminalidad a nivel global, desplazándose progresivamente hacia el ciberespacio, los delincuentes han encontrado un entorno propicio para maximizar su rentabilidad. Este escenario virtual ofrece múltiples ventajas, entre ellas una amplia cobertura territorial, la posibilidad de involucrar activamente a la víctima en el proceso delictivo (participa con el suministro de datos e información), y una significativa reducción de los riesgos asociados a la identificación y captura (Jaishankar, 2010, 2018). Estas características han convertido al ciberespacio en un catalizador para la evolución de modalidades delictivas, adaptadas a las dinámicas de una sociedad cada vez más interconectada (Choi y Toro-Álvarez, 2017). Además, este entorno reduce significativamente el riesgo de confrontación física directa entre la víctima y el victimario, favoreciendo la obtención de altos niveles de rentabilidad a través de los delitos vinculados con el acceso, manipulación y la explotación de la información y los datos.
En consecuencia, la cibercriminalidad en Colombia alcanzó un total de 63 250 casos registrados en el 2023, posicionándose como el sexto título penal con mayor incidencia, según las categorías del Código Penal denominadas “Delitos contra la protección de la información y de los datos” (véase tabla 1). Dentro de este grupo, el delito de “Hurto por medios informáticos y semejantes” representa el 49.16 % de los casos, con un total de 31 095 registros, consolidándose como una de las modalidades más recurrentes en el ámbito de la cibercriminalidad; seguido del “Acceso abusivo a un sistema informático” con el 18.03 % (11 407) y la “Violación de datos personales” con el 16.06 % (10 155), reflejando las dinámicas cambiantes de la criminalidad digital en el país (véanse figura 3 y en anexos la tabla 2).
Figura 3 | Proporción de los delitos en el título “Contra la protección de la información y de los datos” durante el 2023
Fuente: SIEDCO.
En general, en los títulos penales tipificados en Colombia, treinta delitos representaron el 89.46 % de la criminalidad durante el 2023 (véase tabla 2), y luego del hurto a personas, llama la atención la violencia intrafamiliar (VIF) con 119 466 delitos que constituyeron el 7.87 % del total de los registros en Colombia. El fenómeno VIF se concentró en cinco regiones que, en conjunto, representaron el 64.72 % de los casos registrados durante el 2023: Bogotá (30.59 %), Antioquia (14.17 %), Cundinamarca (8.15 %) y Santander (4.02 %) (véase figura 4).
Al respecto, la violencia intrafamiliar, de acuerdo con diferentes estudios en criminología, se encuentra asociada con múltiples connotaciones de la conducta criminal. Por una parte, se ha identificado una asociación entre los niveles de violencia intrafamiliar con la exposición de las mujeres en los conflictos locales, en los cuales parece normalizarse las relaciones violentas en el hogar (Rieckmann, 2014; Svallfors, 2023). Por otra, se ha encontrado que el historial de violencia experimentada por las víctimas está vinculado a la fragmentación y disfuncionalidad de hogares desestructurados. Este vínculo tiene repercusiones en la estabilidad emocional, el desarrollo psicosocial y el riesgo de perpetuar patrones de agresión, además de estar relacionado con el inicio de trayectorias delictivas o carreras criminales (Murrell et al., 2007; Norza y Vargas, 2022; Restrepo-Betancur, 2023; Ribero y Sánchez, 2004).
Tabla 2 | Top 30 de los delitos con mayor proporción en el 2023 en Colombia
Fuente: SIEDCO.
Figura 4 | Violencia intrafamiliar por departamentos durante el 2023 en Colombia
Fuente: SIEDCO.
Realizar un análisis territorial de la criminalidad permite identificar la dinámica espacial de la criminalidad en Colombia como ingrediente de los ejercicios de focalización institucional en las acciones de seguridad1. Por tanto, un primer acercamiento por departamentos geográficos (incluyendo la ciudad capital por la característica en densidad poblacional y dinámicas contextuales), ubican a Bogotá, Antioquia, Valle, Cundinamarca y Santander como las cinco regiones territoriales con mayor frecuencia criminal registrada en el 2023, las cuales representan el 60.16 % del total de los delitos (véase figura 5).
Figura 5 Total delitos por departamentos durante el 2023 en Colombia
1. Se sugiere ver en los anexos del artículo la tabla 2, en la cual se desagregan los delitos por departamentos geográficos, conductas y títulos penales.
En un segundo análisis territorial enfocado en las ciudades capitales del país, enmarcan tres tipos de criticidad (véase tabla 3). Por una parte, la “densidad criminosa” en cinco capitales: Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla y Cartagena, agrupan el 44.53 % de los delitos en Colombia. En segunda instancia, “incremento sustancial que oscila entre el 20 % y el 31 %” del total de la criminalidad comparando el 2023 con el 2022, en siete capitales (San José del Guaviare, Tunja, Armenia, Bucaramanga, Cúcuta, Puerto Carreño y Montería). En un tercer componente, seis ciudades con “reducción de la criminalidad” registrada, corresponden a Arauca, Mitú, San Andrés, Yopal, Inírida y Popayán.
Tabla 3 | Comparativo de los delitos en las capitales del país 2022-2023
Fuente: SIEDCO.
A partir de la descripción de los datos de criminalidad registrados, se describió el panorama criminoso a nivel global del 2023, teniendo como eje de análisis los títulos penales. Por tanto, con el objetivo de suministrar información desagregada por departamentos geográficos, se ubica en los anexos, al final de este artículo, la tabla 2 en la cual, por cada título penal y delitos, se distribuye la información en cada uno de los 32 departamentos de Colombia y Bogotá como ciudad capital.
En las siguientes secciones se analizará la trayectoria de la criminalidad de acuerdo con la clasificación de los delitos de impacto definida por el Sistema de Información Estadístico, Delincuencial, Contravencional y Operativo (SIEDCO) de la Policía Nacional de Colombia, entendidas como (a) delitos de impacto que afectan la seguridad pública, (b) delitos de impacto que afectan la seguridad ciudadana y (c) delitos de impacto que afectan la seguridad vial.
Finalmente, en las últimas secciones se analizan los resultados de la actividad operativa desarrollada por la Policía Nacional de Colombia en el 2023, entre ellas: capturas, incautaciones, rescates, recuperaciones, incautaciones al narcotráfico y otras, que reflejan los esfuerzos en la lucha contra la criminalidad del país.
Desde 1958, la Policía Nacional de Colombia, por medio de la Dirección de Investigación Criminal e INTERPOL (DIJIN), ha captado y registrado los datos de criminalidad en Colombia. Proceso que ha evolucionado en la calidad del dato y desde inicios del 2003 fortaleció la utilización de la tecnología para optimizar el procedimiento con aplicación de las cinco características principales de la aplicación de BIG DATA (volumen, variedad, veracidad, velocidad y valor del dato) como insumo para la toma de decisiones basadas en evidencia en el sector público (Chinchilla y Vorndran, 2018; DNP y CAF, 2021), evolucionando en la última década desde los análisis descriptivos, hasta los de tipo “causalidad, predictivo y prescriptivo” (Gelvez et al., 2022; Norza, 2018).
En consecuencia, en el 2003, la DIJIN creó el SIEDCO (Sistema de Información Estadístico, Delincuencial, Contravencional y Operativo de la Policía Nacional), el cual define la clasificación y operacionalización de las variables, en las que se organizan los delitos para el análisis de las trayectorias de la criminalidad y actividad de policía por títulos penales y conductas delictivas (Buitrago et al., 2015); determinando entre ellos, los delitos de impacto como la clasificación utilizada en dos niveles. El primero, para los gobiernos locales, regionales y nacional, en el diseño y toma de decisiones en política pública. Y en el segundo nivel, en el marco de la toma de decisiones policiales basadas en evidencia (evidence-based policing), para los directores y comandantes de policía a nivel nacional y local (Norza, 2018, 2023; Norza y Gallego, 2025; Rodríguez et al., 2018; Tudela, 2015).
En este contexto, se procederá a analizar los delitos de impacto clasificados en el SIEDCO en tres niveles: (a) delitos de impacto que afectan la seguridad pública, (b) delitos de impacto que afectan la seguridad ciudadana y (c) delitos de impacto que afectan la seguridad vial. Este análisis comenzará con una revisión de su comportamiento desde el 1 de enero hasta el 31 de diciembre de 2023 (véase tabla 4), y se continuará con el análisis en los delitos de homicidio y lesiones personales, secuestro, extorsión, hurto común, hurto de vehículos y, por último, los homicidios y lesiones en accidentes de tránsito.
Tabla 4 | Comparativo de los delitos de impacto social 2022-2023
* La conducta de feminicidio se incluyó en el total de víctimas de homicidio común2.
** El total de víctimas de homicidios colectivos está incluido en homicidios a civiles.
*** Para análisis criminológicos se deben incluir las personas muertas en procedimientos de la Fuerza Pública y organismos del Estado, en el total de los homicidios comunes.
**** Las muertes y lesiones accidentales en tránsito se encuentran solo como un ítem informativo, no se suman en el total de delitos de impacto.
Inicialmente, las trayectorias del crimen en estos “delitos de impacto que afectan la seguridad pública”, indican que, durante el 2023 en Colombia, en promedio, al día ocurrieron 38 homicidios, en el mes 1150 y en el año 13 796 personas fueron víctimas de violencia homicida (véanse tabla 4 y en anexos la tabla 5)3. Al respecto, discriminando por víctimas de las fuerzas militares, organismos de seguridad y policía, se identifican en promedio mensual a cinco policías víctimas de homicidio (tres de ellos durante el servicio y dos cuando se encontraban fuera del servicio), y en la misma connotación, ocho víctimas de las fuerzas militares y organismos de seguridad.
En cuanto a la extorsión y el secuestro, cada semana en Colombia 213 personas fueron víctimas de extorsión y siete de secuestro. Estos dos tipos de delitos de connotación rentística predatoria registraron aumentos del 52 % (+115 víctimas) en secuestro y del 13 % (+1271) en extorsión durante el 2023, comparado con el 2022 (véanse tabla 4 y en anexos la tabla 7).
En general, en la categoría de los delitos de impacto que afectan la seguridad pública se observó un incremento de la criticidad de este tipo de conductas criminales, con un total de 25 584 delitos registrados en el 2023 (véanse en anexos las tablas 4, 13, 14, 15 y 16), con un incremento del 4 %, representado principalmente por el aumento de la extorsión en el país.
Con respecto a la segunda tipología “delitos de impacto que afectan la seguridad ciudadana”, el hurto a personas registró un aumento del 11 % con 39 335 víctimas más en el 2023 comparado con el 2022, y se configura como el delito con la mayor tasa de victimización, con un índice de 813 víctimas por cada 100 000 habitantes en el 2023, reflejando su alta incidencia en la población. En específico, con las diferentes modalidades del hurto, cada semana se registraron en Colombia un total de cuatro hurtos a residencias, cinco a entidades comerciales, un automotor y cinco motocicletas hurtadas en el 2023. Por otra parte, las principales reducciones del crimen en la seguridad ciudadana se enmarcaron en el hurto de cabezas de ganado (abigeato), en el hurto a entidades financieras y la piratería terrestre, oscilando entre el -23 % y -38 %, respectivamente (véanse tabla 4 y en anexos las tablas 8, 9, 10, 11 y 12).
Por último, en la tercera tipología “delitos de impacto que afectan la seguridad vial”, en el 2023 la Policía Nacional conoció 46 607 casos de accidentalidad que derivaron en 7582 homicidios en accidentes de tránsito. Aunque aumentó los niveles de accidentalidad en el país, las muertes violentas asociadas a este fenómeno disminuyeron en el 2 %; sin embargo, las consecuencias de los accidentes generaron 51 338 víctimas lesionadas y, en promedio, diariamente en Colombia se registran 103 lesiones en accidentes de tránsito y accidentales en tránsito (véanse tabla 4 y en anexos la tabla 6).
A nivel mundial, según el último estudio global sobre homicidio realizado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés), el continente americano es una de las regiones más violentas; pues, en contraste con la tasa mundial de seis homicidios por cada 100 000 habitantes, en la región la tasa se ubica en 15 y para el caso de Colombia, a pesar de los avances obtenidos en la última década en reducción de muertes violentas, la tasa del 2023 se ubicó en 26.
Las explicaciones son multidimensionales y multicausales. Sin embargo, una de las principales características comunes asociadas con la violencia homicida en la región, se encuentra en el incremento de la producción de cocaína, el aumento de los mercados regionales del narcotráfico, sumado con la evolución de estructuras de crimen organizado transnacional, con fuertes vínculos entre Centroamérica y Suramérica (UNODC, 2023).
A este panorama, se agregan los efectos en la economía que generó el COVID-19, creando escenarios vulnerables para que, producto del reacomodamiento del crimen organizado al nuevo escenario (Vargas et al., 2022), desde el 2021 existiera un repunte de los mercados criminales (Pérez-Vincent et al., 2024; UNODC, 2023) en los países centro y suramericanos.
Frente a este panorama, en esta sección se describen las trayectorias del homicidio en Colombia (véanse figuras 6, 7, 8 y 9), las características criminológicas asociadas y las dinámicas territoriales registradas a nivel departamental. Inicialmente, en la dinámica estacional por meses, se observan los meses de mayo, julio y diciembre de 2022 y 2023, como los períodos con picos incrementales.
Figura 6 | Trayectoria mensual de homicidios (enero 2022 a octubre 2024)
Fuente: SIEDCO.
Nota: Años 2022 y 2023 desde el 1 enero al 31 diciembre y en el 2024 se incluyen los primeros 10 meses del año.
En consonancia, comparando la trayectoria del 2023 con el 2022, se observa un incremento paulatino en el patrón mensual del homicidio desde junio hasta diciembre, comparado con el 2022 (véase figura 7).
Figura 7 | Trayectoria mensual comparativa anual
Fuente: SIEDCO.
Nota: Años 2022 y 2023 desde el 1 enero al 31 diciembre y en el 2024 se incluyen los primeros 10 meses del año.
Para ampliar el análisis territorial en lógica de criticidad de la violencia letal (homicidio y lesiones), en la figura 8 se ilustran las tasas de estos dos delitos en los departamentos, reflejando las magnitudes a nivel local.
Figura 8. | Tasa 100 000 habitantes en homicidios y lesiones personales del 2023
Fuente: SIEDCO.
Complementando el nivel de análisis en violencia letal, en la figura 94 se estiman las tasas de homicidios y lesiones, calculando el tamaño de la burbuja con la magnitud de la tasa de lesiones, y distribuyendo el eje “y” la magnitud de la tasa de homicidios. Por tanto, si la burbuja es más grande, la tasa de lesiones es más alta y si están ubicados en la parte superior del eje “y”, son departamentos con tasas altas.
Se indica en color rojo, los departamentos que reflejan “altas tasas” de homicidios (San Andrés, Putumayo, Cauca, Arauca, Guaviare y Valle) y en color violeta se ilustran los departamentos con “baja tasa de homicidios, pero alta de lesiones” (Boyacá, Vaupés, Casanare, Cundinamarca y Guainía).
En esta distribución comparativa, se identifican 10 territorios departamentales que registran lesiones más letales; es decir, la proporción de la tasa de homicidios es más cercana a 1:1 con la tasa de lesiones (eje., en Arauca la proporción indica que por cada homicidio en promedio se registra una lesión). En consecuencia, los departamentos correspondientes son Arauca, Chocó, Putumayo, Cauca, Magdalena, Córdoba, Guaviare, Norte de Santander, Sucre y Valle (véase tabla 5).
Tabla 5 Comparativa tasa de homicidios y lesiones en el 2023, nivel departamental
Fuente: SIEDCO.
Figura 9 | Comparativa tasa de homicidios y lesiones por departamento en el 20235
Fuente: SIEDCO.
Con un ejercicio de concentración del fenómeno, se identifican 15 departamentos con disminución del homicidio, los cuales suman 736 muertes violentas menos al comparar el 2023 con el 2022 (véase figura 10). La reducción más alta se ubicó en Arauca y Antioquia.
En contraste, el aumento de la intensidad del homicidio se concentró en tres departamentos: Sucre, Valle y Huila, principalmente. En el 2023, 17 departamentos registraron un incremento, y el aumento fue mayor en Sucre, Cundinamarca, Valle, Huila, Bolívar, Norte de Santander y Atlántico (véase figura 10).
En cuanto a las modalidades, el “sicariato” representa el 64 % del total de homicidios, mientras que los casos atribuibles a los “ataques perpetrados por grupos armados organizados (GAO) o grupos armados organizados residual (GAO-r)” corresponden al 4 %. En conjunto, estas dos modalidades concentran el 68 % de los homicidios, lo que evidencia la prevalencia de la violencia instrumental como tipología dominante (véase tabla 6). Estos datos sugieren que el fenómeno tiende a intensificarse en relación con la reconfiguración de los grupos de crimen organizado, en línea con la dinámica de reagrupamiento de los GAO y GAO-r durante el 2022 y 2023.
Figura 10 Variación absoluta en el total homicidios, comparativo 2022-2023 a nivel departamental
Fuente: SIEDCO.
Tabla 6 Principales modalidades del homicidio, comparativo 2022-2023
Fuente: SIEDCO.
Nota: Se excluyen los homicidios que en su modalidad se clasificaron en la categoría por establecer.
Analizando la violencia instrumental enmarcada en las modalidades del “sicariato” y “atacados por GAO o GAO-r”, en contraste con la violencia expresiva “riñas”, se hace la comparación territorial con una distribución a nivel departamental, que permite identificar ese 64 % (8736) de los homicidios por sicariato en Colombia, por nivel de criticidad de acuerdo con la proporción en cada departamento.
Al respecto, se observa en la figura 11 un total de 10 departamentos (Sucre, Chocó, Magdalena, Córdoba, Cauca, Valle, Caquetá, Atlántico, Putumayo y La Guajira), con proporciones superiores al 70 % de los homicidios en la modalidad sicariato. Asimismo, en línea con la violencia instrumental, específicamente en la modalidad “atacados por GAO o GAO-r”, el departamento de Arauca con el 88 % fue el territorio con la mayor proporción de homicidios ocasionados por esta modalidad, seguido de Guaviare (64 %) y Norte de Santander (21 %). Por otra parte, en la violencia expresiva (riñas), los departamentos de Boyacá (50 %), Caldas (48 %) y Santander (39 %) tienen las proporciones más altas en la modalidad “riñas”.
Figura 11 Proporción de las modalidades del homicidio por “departamentos” en el 2023
Fuente: elaboración propia, datos de SIEDCO.
En el mismo proceso de análisis, en las ciudades capitales se observa que la criticidad de la violencia instrumental por sicariato (véase figura 12), se concentra en cuatro ciudades capitales con proporciones superiores al 80 % (Quibdó, Sincelejo, Mocoa y Santa Marta), y en 16 ciudades oscila entre el 61 % y 77 % (San Andrés, Villavicencio, Puerto Carreño, Pereira, Cartagena, Cali, Leticia, Valledupar, Barranquilla, Cúcuta, Montería, Riohacha, Santa Marta, Mocoa, Sincelejo y Quibdó). Particularmente y con especial atención, la modalidad “atacados por GAO o GAO-r”, se agrupa en tres ciudades, las cuales por nivel de criticidad corresponden a Arauca (83 %), San José del Guaviare (37 %) y Cúcuta (8 %).
Con respecto a la violencia expresiva “riñas”, cuatro ciudades presentan niveles que oscilan entre el 58 % y el 71 % de proporción en esta modalidad: Pasto (71 %), Tunja (67 %), Manizales (64 %) y Bucaramanga (58 %).
Figura 12 Proporción de las modalidades del homicidio por “ciudades capitales” en el 2023
Fuente: elaboración propia, datos de SIEDCO.
En Colombia, durante el 2023 el 35 % del homicidio ocurrió en zona rural y el 65 % en zona urbana (véase figura 13). Particularmente, con una mirada territorial a nivel país, en nueve departamentos el homicidio rural representa más del 53 % de la proporción de homicidios en el 2023, lo que sugiere, respecto a la focalización del fenómeno, mayor atención de acciones para intervenir el homicidio a nivel rural en los departamentos de Guaviare 85 %, Cauca 69 %, Arauca 69 %, Putumayo 67 %, Nariño 66 %, Caquetá 59 %, Córdoba 57 %, Antioquia 54 % y Vichada 53 % (véase figura 13).
Por otra parte, en 11 departamentos se observó un aumento en homicidio rural en el 2023, con incrementos que oscilan entre el 13 % y 31 % comparado con el 2022. Entre estos departamentos, la mayor criticidad se identifica en Quindío con un incremento del 56 % equivalentes a 10 homicidios rurales más, comparado con el 2022; seguido de Huila 31 %, Cundinamarca 51 %, Cesar 21 %, Sucre 33 %, Tolima 10 %, La Guajira 19 %, Bolívar 4 %, Guaviare 18 % y Boyacá 13 %, respectivamente.
Figura 13 Proporción del homicidio por zona a nivel departamental en el 2023
Fuente: datos de SIEDCO (Guainía no registró homicidios en el 2023).
El sexo de las víctimas de homicidio en Colombia en el 2023, en el 93 % corresponde al sexo masculino y el 7 % al femenino. A nivel territorial, los departamentos con mayor proporción de homicidios de mujeres son Caldas, Risaralda, Norte de Santander, Meta, Casanare y Guaviare (véase figura 14).
En cuanto al incremento en el nivel de criticidad, en 10 departamentos aumentaron los homicidios de mujeres en el 2023 comparado con el 2022; registrando los incrementos más altos en Norte de Santander 77 % (+24), Risaralda 108 % (+13) y Meta 43 % (+10); seguidos de Bolívar 23 % (+7), Magdalena 21 % (+6), Guaviare 150 % (+6), Casanare 40 % (+4), Putumayo 19 % (+3), Caldas 8 % (+1) y Vichada 100 % (+1).
Figura 14 Proporción del homicidio por sexo a nivel departamental en el 2023
Fuente: elaboración propia, datos de SIEDCO. (Guainía no registró homicidios en el 2023).
La tasa de homicidios en Colombia durante el 2023 se ubicó en 26 homicidios por cada 100 000 habitantes y los niveles de criticidad municipal más altos se encuentran en los municipios de los departamentos de Antioquia, Valle, Cauca y Nariño (véase mapa 1). Al respecto, se identifican durante el 2023 un total de 389 municipios con tasa superior al promedio nacional (véase tabla 7). Entre ellos, 34 municipios con tasas que oscilan entre 100 y 290 homicidios por cada 100 000 habitantes; 61 municipios con tasas entre 99 y 70; 91 municipios entre 50 y 69, y 203 municipios entre 27 y 49. De estos 389 municipios con criticidad en tasa de homicidios, el 44 % (170) pertenece a cuatro departamentos de Colombia: Antioquia (84), Valle (36), Cauca (26) y Nariño (24).
Tabla 7 Criticidad de la tasa municipal del homicidio en el 2023 (tasa por 100 000 habitantes)
Fuente: SIEDCO.
Mapa 1 Tasa de homicidios en municipios en el 2023
Fuente: SIEDCO.
A continuación, se analiza la concentración del homicidio a nivel espacial, graficando los polígonos que agrupan este delito en Bogotá y Cali en un contexto microterritorial (véanse mapas 2 y 3, y tablas 8 y 9). En consecuencia, la densidad corresponde a los puntos críticos que registraron homicidios en un área geográfica pequeña. Por tanto, aunque una localidad o barrio tenga un número alto del delito, si su ubicación es dispersa, los puntos rojos agrupan solo la densidad en cinco niveles (baja, media baja, media, media alta y alta).
Mapa 2 Densidad del homicidio en Bogotá durante el 2023
Fuente: SIEDCO.
Tabla 8 En 30 barrios se concentra el 20 % de los homicidios registrados durante el 2023 en Bogotá
Fuente: SIEDCO.
Mapa 3 Densidad del homicidio en Cali durante el 2023
Fuente: SIEDCO.
Tabla 9 En 26 barrios se concentra el 37 % de los homicidios registrados durante el 2023 en Cali
Fuente: SIEDCO.
En el 2023 se produjo una espiral de avances y retrocesos para la paz y el impulso de escenarios de seguridad territorial (FIP, 2023), que derivó en una agudización de la violencia en regiones como el Bajo Cauca antioqueño, Putumayo, Cauca, Catatumbo, Magdalena Medio y parte del Pacífico (Delfos – Universidad Externado de Colombia, 2024).
Para entender estas concentraciones y variaciones de la criticidad de la violencia homicida, diferentes estudios en seguridad y criminología han indicado la asociación de las trayectorias de la violencia transicional de países en conflicto armado, con los cambios en las economías criminales como una consecuencia del surgimiento y consolidación de economías de guerra, las cuales tienen como objetivo financiar y sostener los grupos del crimen organizado que gravitan alrededor de nichos de financiación de la guerra (Kurtenbach y Rettberg, 2018).
Por tanto, con el fin de poner a prueba la tesis emitida por el Centro de Análisis de la Universidad Externado y el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR, 2023), quienes indican que al terminar el 2023, entre los factores que sostienen y reconfiguraron el conflicto, se identifica la existencia de epicentros de economías criminales (narcotráfico, minería, contrabando, extorsión), acompañados de una debilidad de las instituciones estatales en el territorio local, conllevando la configuración de siete disputas internas entre actores armados distribuidos a nivel nacional (CICR, 2023), se realizó un análisis espacial que combina datos de homicidios con datos de las economías criminales de extorsión, secuestro, narcotráfico, homicidio por sicariato y concierto para delinquir, lo que identifica espacialmente la criticidad en niveles de incidencia de la violencia letal (véase mapa 4).
En consecuencia, el mapa de asociación espacial del homicidio y combinación con economías criminales permite identificar cinco zonas de criticidad (hotspots) por la alta coincidencia de las dinámicas de economía criminal y el homicidio durante el 2023: (a) Bajo Cauca antioqueño, (b) Pacífico Sur (Nariño-Valle del Cauca), (c) Catatumbo, (d) Pacífico Norte (Chocó-Urabá) y (e) Arauca.
Mapa 4 Criticidad del homicidio asociado con economías criminales (2022-2023)
Fuente: elaboración propia a partir de datos criminológicos del Observatorio del Delito de la Dirección de Investigación Criminal e INTERPOL.
Por tanto, el panorama evidenciado en la violencia homicida en el 2022 y 2023, encuentra argumento en las interpretaciones criminológicas que explican el desarrollo y sostenimiento de la violencia letal. Esta situación se origina a partir de los enfrentamientos y ejercicios de imposición armada que surgen de la búsqueda de fuentes de financiación criminal, llevadas a cabo por estructuras del crimen organizado en el ámbito territorial. Estas estructuras identifican en el narcotráfico, la minería, la extorsión y el contrabando, principalmente, el botín que les suministra combustible para su maquinaria criminal (Collier y Hoeffler, 2004a, 2004b; Norza, 2022; Ortiz-Riomalo y Rettberg, 2018; Rettberg et al., 2018).
Este panorama coincide con las diferentes investigaciones realizadas por organismos y centros de pensamiento (CICR, 2023; FIP, 2023; Insight Crime, 2023), que, con información cualitativa obtenida en los territorios, han sugerido la agudización de la violencia entre el 2022 y 2023 en las cinco zonas de criticidad (hotspots) mencionadas6, donde operan los principales grupos armados en Colombia (véase mapa 5).
Mapa 5 Presencia de grupos criminales en Colombia 2022-2023
Fuente: Insight Crime (2023).
En este contexto, las trayectorias del homicidio observadas en el 2022 y 2023 a nivel territorial pueden entenderse como el resultado de las dinámicas de violencia híbrida que coexisten en lo local. Estas dinámicas son consecuencia de la competencia armada que desencadenan los grupos criminales que se ubican en las zonas atraídos por el nicho de economías de guerra (Kurtenbach y Rettberg, 2018; Norza, 2022). Impulsados por su motivación rentística, combinan otras formas de violencia en lo local (más allá de un objetivo político), generando así una violencia híbrida para ejercer gobernanza criminal (Arjona, 2016) y garantizar la generación de dividendos económicos que sostengan la maquinaria criminal (Durán-Martínez y García-Villamizar, 2024; Norza, 2022).
Los homicidios de policías han recibido una atención limitada en la investigación criminológica en América Latina. Esta falta de interés académico podría estar relacionada con la percepción social que normaliza la muerte violenta de los agentes como un riesgo inherente a la profesión policial (Brandl y Stroshine, 2012). En este sentido, se tiende a enmarcar estos hechos dentro de las implicaciones laborales propias del ejercicio de la profesión, lo que contribuye a su invisibilización como un problema de seguridad y de política pública que merece un análisis más profundo en sus implicaciones para la sociedad y la profesión policial (Haoran et al., 2022; Martínez y Serrano, 2024).
Por tanto, desde una perspectiva criminológica, la función policial como ejercicio del monopolio estatal de la fuerza de coerción o, en otras palabras, el ejercicio de la gobernanza territorial de la seguridad, los homicidios a policías están asociados con la confrontación entre grupos armados no estatales con las fuerzas del Estado, teniendo como principal objetivo la pugna por la imposición de orden y la gobernanza criminal en los territorios (Arjona, 2016; Durán-Martínez, 2013; Durán-Martínez y García-Villamizar, 2024; Norza, 2022).
Al respecto, la trayectoria de los homicidios a policías entre el 2013 y 2023 refleja un promedio anual de 83 homicidios, con un repunte durante el 2021 y 2022 de 88 y 91 homicidios de policías, respectivamente (véase figura 15).
Figura 15 Trayectoria “anual” de homicidios a policías (2013-2023)
Fuente: SIEDCO.
Esta trayectoria de la violencia homicida contra los policías se evidencia en la desagregación mensual de enero y agosto de 2023, como dos momentos de aumento en la intensidad violenta; aunque en el total de homicidios a policías durante el 2023 comparado con el 2022 se registró una reducción del 42.9 % (véase tabla 10). Sin embargo, cualquier homicidio a un policía parece indicar una fractura en el escenario de gobernanza de la seguridad.
Tabla 10 Comparativo anual de la trayectoria semanal de homicidios a policías (2013-2023)
Fuente: SIEDCO.
En los últimos 11 años, se han registrado 917 homicidios a policías en Colombia (véase tabla 11). A nivel territorial, “ocho” departamentos concentran el 63.2 % (580) de estas víctimas, destacándose los departamentos de Norte de Santander y Valle, como los territorios con mayor índice de violencia contra los uniformados, con un aumento notable en el 2023, junto con Cauca y Antioquia.
Tabla 11 Homicidios a policías 2013-2023 por departamentos en Colombia
Fuente: SIEDCO.
Esta trayectoria territorial se mantiene en el 2023 con las siguientes características: (a) una agudización de la violencia en cinco departamentos principales (Norte de Santander, Valle, Cauca, Antioquia y Meta), que concentran el 63.5 % de los homicidios de policías (véase tabla 11); (b) la focalización del fenómeno en cuatro ciudades, que registran el 23 % de los homicidios del año: Cali (4 víctimas), Tibú - Norte de Santander (3), Morales - Cauca (3) y Toribío - Cauca (2); (c) el sicariato y los ataques de GAO-GAOr fueron las modalidades empleadas en el 58 % de los homicidios policiales (véase figura 16), y (d) de los 52 homicidios registrados en el 2023, el 6 % (3 víctimas) correspondieron a mujeres policías y el 94 % (49) a hombres.
Figura 16 Principales modalidades de los homicidios a policías en el 2023
Fuente: SIEDCO.
Los homicidios ocasionados por el impacto físico de balas perdidas o proyectiles que fueron disparados sin las atribuciones legales que requieren, ocasionaron durante el 2022 y 2023 la muerte violenta de 37 víctimas por heridas ocasionadas con bala perdida. De estas víctimas, el 81 % eran hombres y el 19% mujeres. Y en términos de edad, el 76 % eran adultos, el 16 % correspondía a adolescentes y el 8 % a menores de edad.
Con respecto a la intensidad de esta forma de violencia homicida, se observa un aumento en el 2023 equivalente al 85 % (+11), pasando de 13 víctimas en el 2022 a 24 en el 2023. Por tanto, desde una perspectiva territorial en el 2023, la mayor concentración de víctimas se registró en la ciudad de Cartagena con “12” casos, seguida de Cali y Cúcuta con “tres” casos, respectivamente (véase figura 17).
Figura 17 Comparativo de homicidios municipales por balas perdidas 2022-2023
Fuente: SIEDCO.
Al respecto, aunque este tipo de muerte está enmarcada en el homicidio, el Estado colombiano frente a la magnitud del fenómeno ha intentado implementar ajustes normativos al Código Penal que penalizan los disparos al aire taxativamente en su artículo 356A7, en el cual han creado la sanción penal que tendría como objetivo disuadir y prevenir las lesiones y homicidios con balas perdidas. Sin embargo, los datos aquí descritos indican la persistencia del fenómeno y la necesidad de intervenciones preventivas focalizadas y estrategias de desarme que reduzcan la probabilidad de daños colaterales.
Los homicidios por linchamientos o justicia por vías de hecho son un fenómeno común en los países de América Latina y en crecimiento en la última década, principalmente en Guatemala, Bolivia y México (Kloppe-Santamaría, 2025; Nussio y Parás, 2022). El linchamiento se ha entendido como la violencia física pública ejercida por un grupo de personas en contra de presuntos delincuentes (Nussio y Govinda, 2023, 2024) y suele estar asociado por diversos factores como tasas altas de impunidad, deficiente aplicación de la justicia por las instituciones del Estado, e incluso, una forma de cohesión social o acción colectiva que unidas por conexiones morales reacciona organizándose de forma espontánea para castigar a quien consideran responsable de un daño o delito ocasionado, como una respuesta de justicia por mano propia y disuasión a futuros potenciales criminales o agresores que amenazan la comunidad (Kloppe-Santamaría, 2020; Nussio y Govinda, 2023).
En este contexto criminoso de los homicidios por linchamiento, durante el 2022 y 2023 se registraron en Colombia un total de 90 homicidios por linchamiento; de los cuales, el 99 % (89) eran hombres y en un caso del 2022 la víctima era una mujer en el municipio de Landázuri (Santander), caso en el cual, a ella, junto con otros tres hombres, fueron atacados por la población, acusándolos de los homicidios de un profesor y su familia. Por tanto, este caso parece reflejar la tesis asociada con las causas del linchamiento como una acción colectiva vinculada con escenarios de justicia por vías de hecho.
Al respecto, al igual que viene ocurriendo en la región, este tipo de homicidios en Colombia registran un aumento del 9 % al comparar el 2023 en el cual se registraron 47 víctimas, con el 2022 que registró 43. Para identificar la concentración de los linchamientos en el 2023 en el nivel territorial, se identifican cuatro municipios de Colombia que concentraron el 48 % de los registros de homicidios con la modalidad de linchamiento (véase tabla 12): Medellín (20 %), Cali (11 %), Bogotá (9 %) y Cartagena (6 %).
Tabla 12 Homicidios por linchamiento 2022-2023
Fuente: SIEDCO.
En consecuencia, con estos datos que ilustran el panorama de los linchamientos, se brindan insumos para el diseño de políticas públicas nacionales y locales centradas en un fenómeno inmerso entre países latinoamericanos y de relevancia en las trayectorias de violencia en Colombia.
Entre los delitos rentísticos que se combinan con finalidad política en un conflicto armado, se encuentra el secuestro; sin embargo, la trayectoria de este fenómeno criminal ha dado un viraje que lo inclina más hacia un delito con mayor instrumentalización financiera para conformar una maquinaria extractiva en un mecanismo de economía criminal (Gilbert, 2022, 2024; Kurtenbach y Rettberg, 2018). Por tanto, en un mapa del país parece reflejarse esta hipótesis, observándose aumentos en los territorios considerados ecosistemas criminales asociados con otros nichos rentísticos ilegales como el narcotráfico (véase mapa 6).
La magnitud de este delito registró 338 secuestros durante el 2023, de los cuales, 221 fueron con fines extorsivos y 117 secuestro simple. Aumentando en el 52 % con respecto a los 223 secuestros del 2022. En promedio, se registraron mensualmente 28 secuestros en el país durante el 2023 (véanse tabla 4 y en anexos la tabla 7).
Mapa 6 Comparativo del secuestro a nivel departamental durante el 2022 y 2023
Fuente: SIEDCO.
Al igual que el secuestro, este delito tiene mayor connotación rentística y en su trayectoria registró aumento en el 2023 con 1271 extorsiones más registradas con respecto al 2022 (véase en anexos la tabla 7). En promedio, se registraron mensualmente 923 extorsiones y 30 por cada día en el país durante el 2023 (véanse tabla 4 y en anexos la tabla 7).
Los departamentos de Antioquia y Norte de Santander comparten aumentos tanto de la extorsión como del secuestro durante el 2023 (véase mapa 7). En la misma tendencia de incremento se identifican los departamentos de Atlántico, Cundinamarca, Huila, Santander, Meta, Valle y Caquetá, como los territorios con mayor aumento en este año. Particularmente, Atlántico evidenció alta criticidad con incremento exponencial del 112 % con 719 extorsiones más en el 2023, y una tasa de 48 extorsiones por cada 100 000 habitantes (véase en anexos la tabla 7). Las tasas más altas se ubican en el departamento del Guaviare con 73 extorsiones por cada 100 000 habitantes, seguido de Chocó con 69.
Mapa 7 Comparativo de la extorsión a nivel departamental durante el 2022 y 2023
Fuente: SIEDCO.
Al terminar el 2023, el hurto a personas en Colombia presentó un aumento del 11.18 %, con un total de 391 016 casos reportados, frente a los 351 681 registrados en el 2022 (véase en anexos la tabla 88). En promedio, se contabilizaron 32 585 hurtos mensuales, lo que equivale a 1071 casos diarios y aproximadamente 45 incidentes por hora en todo el país.
Al respecto, durante el 2023, el 93 % de los hurtos a personas se enmarcaron en “cuatro” modalidades principalmente (véanse tabla 13 y en anexos la tabla 8): atraco, factor de oportunidad, cosquilleo y raponazo.
Particularmente, el “atraco” que vincula el uso de la violencia registró una proporción en el 41 % del total de este delito; seguido del “factor de oportunidad” con el 26 % en el cual no se utiliza la violencia, existiendo un espacio de descuido y vulnerabilidad de los objetos hurtados, y, además, la víctima no percibe el momento del hurto. En tercera instancia, la modalidad de “cosquilleo” con el 13 %, que corresponde al hurto en lugares usualmente con alta aglomeración de personas (transporte público, plaza de mercado, lugares comerciales o turísticos, entre otros), mediante el cual el criminal realiza contacto físico imperceptible con la víctima, hurtando usualmente elementos como celular, billetera, reloj u otro objeto fácilmente extraíble sin generar alerta de la víctima. Y, por último, el “raponazo” con el 12 %, como modalidad en la cual el victimario en un movimiento sorpresivo arrebata el objeto hurtado de la víctima.
Tabla 13 Modalidades en hurto a personas
Fuente: SIEDCO.
Al comparar el hurto a personas entre el 2022 y 2023, se observan 15 ciudades capitales con aumentos porcentuales que oscilan entre el 5 % y 37.7 % (véase tabla 14), y suman un total de 37 362 víctimas más en el 2023 con respecto al 2022. La magnitud del aumento en estas ciudades capitales refleja el 94 % del total del aumento general en el país, cuyo crecimiento en los delitos de hurto a personas en el 2023, muestra magnitudes similares a las observadas en los 15 territorios locales.
Tabla 14 Variación porcentual “capitales”, comparativo 2022-2023 hurto a personas
Fuente: SIEDCO.
En cuanto a las variaciones del número de hurtos a personas a nivel departamental, se identifican 10 departamentos con incrementos superiores a 1000 hurtos y, particularmente, Cundinamarca (incluye Bogotá) con un incremento de más de 23 000 hurtos (véanse tabla 15 y mapa 8), con respecto al 2022.
Tabla 15 Variación absoluta (número de casos) por “departamentos”, comparativo 2022-2023 hurto a personas
Fuente: datos de SIEDCO. Los datos corresponden con la variación en número de hurtos a personas, comparando el 2023 con el 2022.
Mapa 8 Comparativo de la variación del hurto a personas 2022-2023 por departamentos
Fuente: datos de SIEDCO.
Con respecto a las tasas de hurto a personas en Colombia, en la tabla 16 se observa un incremento en 68 puntos en la tasa del país, equivalente en el 2023 a 749 hurtos a personas por cada 100 000 habitantes (véase tabla 16). Al respecto, tres departamentos presentan tasas superiores a la media nacional (Cundinamarca, Huila y Meta), y nueve departamentos registraron incrementos en sus tasas que superan el promedio del aumento nacional (Santander, Bolívar, Atlántico, Nariño, Norte de Santander, Magdalena, Huila, Meta y Cundinamarca).
Tabla 16 Comparativo de la tasa de hurto a personas por departamentos 2022-2023
Fuente: cálculos realizados con datos de SIEDCO y censo del DANE.
Entre el 1 de enero al 31 de diciembre de 2023, se registraron 35 702 hurtos a residencias en Colombia (véase en anexos la tabla 89), lo que representa un incremento del 3 % en comparación con el 2022. En promedio, se reportaron 2975 hurtos mensuales, equivalentes a 98 incidentes diarios y aproximadamente cuatro residencias hurtadas cada hora en el país.
Se identifican principalmente siete medios o armas utilizadas en el hurto a residencias, en las cuales, los hurtos violentos con utilización de armas de fuego evidenciaron una reducción del 11 %; y, particularmente, en el 70 % no emplearon armas, la residencia estaba deshabitada y reportaron el hurto al momento de ingresar a la residencia e identificar la comisión del delito (véase tabla 17).
Tabla 17 Arma o medio utilizado en el hurto a residencias 2022-2023
Fuente: datos de SIEDCO.
A nivel departamental, 16 departamentos tuvieron disminuciones en hurto a residencias en el 2023 comparado con el 2022 (véase tabla 18). Por otra parte, 10 departamentos registraron aumentos superiores al 11 % en el 2023, con respecto al 2022 (San Andrés, Magdalena, Atlántico, Vichada, Guaviare, Quindío, Córdoba, Meta, Boyacá y Norte de Santander).
Tabla 18 Variación porcentual “departamentos”, comparativo 2022-2023 hurto a residencias
Fuente: datos de SIEDCO.
Al culminar el 2023, se registraron 43 025 hurtos a comercio en Colombia (véase en anexos la tabla 810), equivalente a una reducción del 7 % en comparación con el 2022. En promedio, se reportaron 3585 hurtos mensuales, equivalentes a 118 hurtos diarios y aproximadamente cinco entidades comerciales fueron hurtadas cada hora en el país.
En los medios o armas, la utilización de armas de fuego ocurre en el 9 % de todos los hurtos a comercio, registrando reducción del 16 % en el 2023 de este medio (véase tabla 19). Esta magnitud es consistente con las principales modalidades del hurto a comercio, en las cuales, el 12 % correspondió con atraco en el 2023 (véase tabla 20).
Tabla 19 Comparativo arma o medio utilizado en hurto a comercio 2022-2023
Fuente: datos de SIEDCO.
Las modalidades en el hurto a comercio con mayor proporción corresponden al factor oportunidad y la modalidad mechero/hormiguero, en las cuales, para esta última modalidad, el delincuente extrae productos ocultándolos en su ropa, y de manera sistemática realiza la extracción reiterada de pequeñas cantidades, simulando ser un comprador; suman las dos tipologías el 61 % de los hurtos a comercio (véase tabla 20).
Tabla 20 Proporción de las modalidades en el hurto a comercio durante el 2023
Fuente: datos de SIEDCO.
Entre el 1 de enero al 31 de diciembre de 2023, se registraron 11 593 hurtos de automotores en Colombia (véase en anexos la tabla 911), representando un incremento del 4 % con respecto al 2022. En promedio, se reportaron 966 hurtos en el mes; asimismo, 32 autos hurtados al día y aproximadamente un auto por cada hora fue hurtado en el país (véanse tabla 4 y en anexos la tabla 9).
A nivel territorial (véanse tabla 21 y mapa 9), este fenómeno criminal registró disminuciones en 12 departamentos, con las magnitudes más altas de reducción en Nariño (-50) y Antioquia (-49). En contraste, ocho departamentos tuvieron incrementos que oscilaron entre 10 y 64 hurtos de automotores comparado con el 2022, y el departamento de Cundinamarca (incluyendo Bogotá) con 4923 autos hurtados, fue el territorio con la más alta criticidad del delito, aumentando en 432 hurtos con respecto al 2022.
Tabla 21 Hurto de automotores a nivel departamento, comparativo 2022-2023
Fuente: datos de SIEDCO.
Mapa 9 Comparativo de la variación del hurto de automotores 2022-2023 por departamento
Fuente: datos de SIEDCO.
Con respecto a las modalidades del hurto de automotores, el “halado” corresponde al 57 % del hurto en Colombia (véase tabla 22) y en esta modalidad, como lo indican diferentes estudios criminológicos, existen factores situacionales que están asociados; particularmente en el caso de Bogotá, la poca disponibilidad de parqueaderos en los microterritorios con mayor densidad de vehículos y las tarifas altas, son dos variables que podrían invertir la ecuación para que el dueño del automotor disminuya la probabilidad de oportunidad para el delincuente (Norza et al., 2013; Ospina y Correa, 2015).
Tabla 22 Modalidades del hurto de automotores, comparativo 2022-2023
Fuente: datos de SIEDCO.
Una mirada criminológica centrada en las características del bien hurtado permite identificar entre los modelos más hurtados los automotores del 2019 al 2015 con el 21 % y los modelos 2014 a 2010 con el 19 % (véase tabla 23). La distribución de los autos hurtados se concentra en 14 marcas de automotores que representan el 92.2 % del total de hurtos, y Chevrolet, Kia, Mazda, Renault, Toyota y Hyundai corresponden a las mayores magnitudes.
Tabla 23 | Modelos y marcas en el hurto de automotores del 2023
Fuente: datos de SIEDCO.
Nota: Los hurtos de modelos 2024 corresponden a automotores en circulación durante el 2023, pero matriculadas con año 2024.
A continuación, se analiza la concentración espacial del hurto de automotores, mediante la representación gráfica de los polígonos que agrupan los hurtos en Bogotá, Cali y Medellín a nivel microterritorial (véanse mapas 10, 11 y 12, y tablas 24, 25 y 26). En consecuencia, la densidad corresponde a los puntos críticos que registraron hurtos en un área geográfica pequeña. Por tanto, aunque una localidad o barrio tenga un número alto del delito, si su ubicación es dispersa, los puntos rojos agrupan solo la densidad en cinco niveles (baja, media baja, media, media alta y alta).
Mapa 10 | Densidad del hurto de automotores en Bogotá durante el 2023
Fuente: datos de SIEDCO.
Tabla 24 En 30 barrios se concentra el 28 % de los casos registrados de hurto de automotores durante el 2023 en Bogotá
Fuente: datos de SIEDCO.
Mapa 11 | Densidad del hurto de automotores en Cali durante el 2023
Fuente: datos de SIEDCO.
Tabla 25 | En 30 barrios se concentra el 37 % de los casos registrados de hurto de automotores durante el 2023 en Cali
Fuente: datos de SIEDCO.
Mapa 12 | Densidad del hurto de automotores en Medellín durante el 2023
Fuente: datos de SIEDCO.
Tabla 26 | En 30 barrios se concentra el 26 % de los casos registrados de hurto de automotores durante el 2023 en Medellín
Fuente: datos de SIEDCO.
Entre el 1 de enero al 31 de diciembre de 2023, se registraron 38 505 hurtos de motocicletas en Colombia (véase en anexos la tabla 912), representando un incremento del 8 % con respecto al 2022. En promedio, se reportaron 3476 hurtos en el mes; asimismo, 114 motos hurtadas al día y aproximadamente cinco motocicletas por cada hora fueron hurtadas en el país (véanse tabla 4 y en anexos la tabla 9).
A nivel territorial (véanse tabla 27 y mapa 13), este fenómeno criminal registró disminuciones en nueve departamentos, con las magnitudes más altas de reducción en Casanare (-137), La Guajira (-77) y Cauca (-76). En contraste, 23 departamentos tuvieron incrementos comparados con el 2022, y el departamento de Antioquia (incluyendo Medellín) con 9863 motos hurtadas, fue el territorio con la más alta criticidad del delito, aumentando en 941 hurtos con respecto al 2022.
Tabla 27 | Hurto de motocicletas a nivel departamento, comparativo 2022-2023
Fuente: datos de SIEDCO.
Mapa 13 | Comparativo de la variación del hurto de motocicletas 2022-2023 por departamento
Fuente: datos de SIEDCO.
En todas las modalidades del hurto de motocicletas se registraron incrementos durante el 2023, con la mayor proporción en el halado y el atraco (véase tabla 28). Al respecto, en los 12 365 hurtos de motocicletas modalidad atraco, el 42 % de esta modalidad se concentra en ocho ciudades con proporciones equivalentes a Cali con el 9 %, Bogotá con 9 %, Medellín con 8 %, Barranquilla con 4 %, Soledad con 4 %, Pitalito con 3 %, Neiva con 3 % y Popayán con 2 %, del total de los atracos a motocicletas en el país. De estas ciudades, Bogotá (+246), Medellín (+297) y Pitalito (+138), tuvieron incrementos en la modalidad atraco, con respecto al 2022.
Tabla 28 | Modalidades del hurto de motocicletas, comparativo 2022-2023
Fuente: datos de SIEDCO.
Al caracterizar los modelos de las motocicletas hurtadas durante el 2023 en Colombia, se identifican en mayor proporción las motocicletas con modelos 2020-2024 con el 37 % del total de los hurtos, seguido de los modelos 2015-2019 con el 24 % (véase tabla 29). En cuanto a las marcas de las motocicletas, los registros concentran el 96 % de los hurtos en 10 marcas, en las cuales las magnitudes más altas corresponden a Bajaj, Yamaha y AKT.
Tabla 29 | Modelos y marcas en el hurto de motocicletas del 2023
Fuente: datos de SIEDCO.
Nota: Los hurtos de modelos 2024 corresponden a motocicletas en circulación durante el 2023, pero matriculadas con año 2024.
A continuación, se analiza la concentración espacial del hurto de motocicletas, mediante la representación gráfica de los polígonos que agrupan los hurtos en Bogotá, Cali y Medellín a nivel microterritorial (véanse mapas 14, 15 y 16, tablas 30, 31 y 32). En consecuencia, la densidad corresponde a los puntos críticos que registraron hurtos en un área geográfica pequeña. Por tanto, aunque una localidad o barrio tenga un número alto del delito, si su ubicación es dispersa, los puntos rojos agrupan solo la densidad en cinco niveles (baja, media baja, media, media alta y alta).
Mapa 14 | Densidad del hurto de motocicletas en Bogotá durante el 2023
Fuente: datos de SIEDCO.
Tabla 30 | En 36 barrios se concentra el 21 % de los casos registrados de hurto de motocicletas durante el 2023 en Bogotá
Fuente: datos de SIEDCO.
Mapa 15 | Densidad del hurto de motocicletas en Cali durante el 2023
Fuente: datos de SIEDCO.
Tabla 31 | En 34 barrios se concentra el 32 % de los casos registrados de hurto de motocicletas durante el 2023 en Cali
Fuente: datos de SIEDCO.
Mapa 16 | Densidad del hurto de motocicletas en Medellín durante el 2023
Fuente: datos de SIEDCO.
Tabla 32 | En 32 barrios se concentra el 34% de los casos registrados de hurto de motocicletas durante el 2023 en Medellín
Fuente: datos de SIEDCO.
Como se ha descrito hasta aquí, se ilustra el comportamiento de la criminalidad en Colombia durante el 2023 y, para ello, se adjunta como anexo a este artículo la desagregación de otras conductas penales asociadas con los delitos de impacto, e incluso, aquellas enmarcadas en la seguridad vial descritas en la tabla 6 de los anexos como homicidios y lesiones en accidentes de tránsito a nivel país. Asimismo, en la tabla 10 se incluye la descripción de los hurtos a entidades financieras; en la tabla 11, el hurto de cabezas de ganado (abigeato); en la tabla 12, los casos de piratería terrestre; en la tabla 13, los casos de terrorismo; en las tablas 14 y 15, las acciones subversivas con sus modalidades, y en la tabla 17, los suicidios registrados por la Policía Nacional en todo el país, durante el 2023.
Particularmente, como un mecanismo de análisis de los delitos de impacto en los territorios principales del país, se describe en la tabla 16 los delitos de impacto por ciudades capitales, brindando insumos para los policymaker o hacedores de política pública en cada una de las 32 ciudades que dinamizan el contexto sociopolítico y económico en las regiones (véase en anexos la tabla 16).
Por tanto, como es natural por el número de población y conflictividad local, algunas ciudades como Bogotá, Cali, Medellín y Barranquilla, en la mayoría de los delitos tienen la mayor proporción durante el 2023. Sin embargo, como consecuencia de la criminodinámica en delitos como extorsión, secuestro, terrorismo y acciones subversivas, se evidencian cambios en la criticidad de estos delitos, al parecer asociados con la reconfiguración del crimen organizado en el país y, en consecuencia, el impacto en las ciudades se refleja en la tabla 16 (véanse anexos).
En la lucha contra la criminalidad las capturas realizadas por los funcionarios de policía tienen una función con dos efectos en la comisión y recurrencia del delito. Por una parte, la captura con una connotación disuasoria en el control social formal al sujeto activo del delito (criminal), quien, luego de materializarse en el delincuente, su identificación e individualización como autor responsable de la infracción penal, brinda en la población en general una percepción de la reacción en la comisión del delito implícito en el servicio de policía y, por tanto, como lo han indicado las investigaciones criminológicas (Thomas et al., 2022; Weisburd y Braga, 2019), genera un efecto disuasorio para la elección en la reincidencia criminal. Y, por otra (como un segundo efecto de la captura), se encuentra su función en la elección inicial de la comisión del delito, en quien está analizando racionalmente elegir o no el delito como una opción de costo-beneficio (Becker, 1968; Cornish y Clarke, 2017; Norza y Fonseca, 2025).
Sin embargo, en países con altos niveles de percepción de impunidad y baja percepción de justicia, este efecto que puede generar las capturas de la policía se disminuye (Gómez y Zapata, 2020; Nussio y Norza, 2018; Rubio, 1999), porque a pesar de que la captura policial sea el primer eslabón del sistema de justicia criminal, no es la única, ni tiene la decisión definitiva para la aplicación de una sanción penal condenatoria en el responsable del delito.
Al respecto, en Colombia durante el 2023 la policía realizó 193 284 capturas por todos los delitos a nivel país, incrementando en 3.3 % con respecto al 2022. En promedio, diariamente se realizan 531 capturas (véase en anexos la tabla 20).
A nivel territorial, los departamentos con mayor número de capturas en el 2023 correspondieron a Antioquia, Santander y Valle (véase en anexos la tabla 21). Particularmente, la ciudad de Bogotá con 32 229, es el territorio del país en donde más capturas se realizaron en este año.
De las capturas realizadas en el 2023, el 90.3 % eran hombres, el 42.03 % personas en rango de edad entre 21 y 30 años; a nivel de escolaridad, el 69.71 % tenía nivel de estudios secundaria, el 2.09 % técnicos y el 1.22 % estudios superiores (véase en anexos la tabla 22).
En los tipos penales con mayor proporción de capturas (véase en anexos la tabla 18), se encuentran inicialmente con 25.4 %, las capturas por los delitos contemplados en el título XIII del Código Penal, denominados “delitos contra la salud pública (contiene las capturas por tráfico de estupefacientes y otras infracciones)”. Seguido de las capturas contra el patrimonio económico con 22.81 de proporción en el total de capturas efectuadas en el 2023.
En esta línea de acción policial contra la criminalidad, se identifica un grupo de capturas por violencia letal, enmarcando aquellas realizadas por los delitos de homicidio, lesiones personales, terrorismo, tráfico y porte de armas de fuego (véase tabla 33).
En los casos de homicidio, los departamentos con mayor número de personas capturadas por este delito en el 2023 fueron Valle y Antioquia. Por otra parte, Valle registró el mayor número de capturas por terrorismo; y Antioquia, Valle y Atlántico fueron los territorios con mayores capturas por tráfico y porte de armas de fuego en este año. En su conjunto, durante el 2023 se realizaron 36 788 capturas por violencia letal, con un incremento del 6 % (+2224) con respecto al 2022.
Tabla 33 | Capturas por violencia letal
Fuente: datos de SIEDCO.
En general, los resultados operativos de la Policía Nacional de Colombia durante el 2023 se ilustran en la tabla 20 de los anexos, y es menester señalar el aumento de las capturas con fines de extradición con 241 capturados en el 2023. Asimismo, el rescate de 76 personas secuestradas, la recuperación de 16 598 motocicletas hurtadas, la incautación de más de 360 toneladas de cocaína y 266 de marihuana. Sumado a estas acciones operativas, la policía llevó a cabo en diferentes momentos del 2023, un total de 110 consejos de seguridad departamental y 4210 consejos municipales, que tienen como finalidad analizar y tomar decisiones en seguridad y convivencia ciudadana en todo el territorio (véase en anexos la tabla 20).
Para ilustrar con mayor amplitud los resultados de la actividad policial durante el 2023, se sugiere revisar los anexos en los que se relacionan las siguientes tablas: la tabla 24, asociada con rescates de víctimas de secuestro; la tabla 25 de automotores recuperados; la tabla 26 de motocicletas recuperadas; las tablas 27 y 28 que desagregan automotores y motocicletas recuperados por marca y modelo; la tabla 29 que describe por tipos de bienes las recuperaciones de objetos hurtados; la tabla 30 de mercancía incautada; la tabla 31 de armamento incautado; la tabla 32 de munición incautada; las tablas 33 y 34 con los resultados operativos antinarcóticos, y la tabla 35 de los elementos incautados, inmovilizados y destruidos al narcotráfico en el 2023.
En el artículo se han descrito las magnitudes de la criminalidad en el país, y se ha identificado una asociación entre el homicidio y la combinación con economías criminales en el análisis espacial, lo que sugiere cinco zonas de criticidad (hotspots) en las que las estrategias de seguridad deberían centrar su atención: (a) Bajo Cauca antioqueño, (b) Pacífico Sur (Nariño-Valle del Cauca), (c) Catatumbo, (d) Pacífico Norte (Chocó-Urabá) y (e) Arauca.
Por otra parte, tres fenómenos poco analizados en contextos criminológicos arrojan luces de los cambios en la connotación criminógena del país; entendidos como los homicidios a policías, los homicidios por linchamiento y los homicidios ocasionados por balas perdidas.
En los homicidios a policías pareciera naturalizarse y deshumanizarse este efecto de la violencia en el ser humano policía, y aunque se han registrado 917 homicidios a policías en los últimos 11 años, es necesario fortalecer los mecanismos institucionales y estatales que, por una parte, mitiguen este riesgo y, por otra, se brinde una atención especial a las familias de estas víctimas policiales. Particularmente, “ocho” departamentos concentran el 63.2 % de víctimas, con alta criticidad y agudización en el 2023 en Norte de Santander, Valle, Cauca y Antioquia.
En cuanto a los homicidios por balas perdidas, se identificó un aumento en el número de víctimas, registrando 24 homicidios en el 2023 con respecto a 13 en el 2022. Datos que sugieren el desarrollo de intervenciones preventivas focalizadas y estrategias de desarme. Por último, en los homicidios por linchamiento existe un aumento del 9 % durante el 2023 comparado con el 2022; por tanto, al igual que ha ocurrido en diferentes países de América Latina, este fenómeno refleja una paulatina agudización.
En toda la criminalidad registrada en el 2023, los delitos contra el patrimonio económico representaron casi la mitad del panorama delictivo en el país, concentrando el 46.09 % (699 770) del total de la criminalidad en Colombia; y en estos, los hurtos a personas y la estafa corresponden a los delitos más frecuentes.
Por tanto, con estas características en la criminalidad registrada en Colombia durante el 2023, se relacionan a continuación algunas estrategias con resultados en la intervención de la criminalidad, como una forma de sugerir la utilización de evidencia empírica. Al respecto, diferentes estudios (Cano et al., 2024; Franco et al., 2020; J-PAL & IPA, 2021; Weisburd et al., 2019) coinciden en la necesidad de tres aspectos necesarios:
Inicialmente, en el campo de la violencia homicida, un estudio que tuvo como objetivo identificar ¿qué funciona para reducir homicidios en América Latina y el Caribe?, analizó 39 programas que tuvieron 65 evaluaciones, clasificados en 23 tipos de intervenciones agrupadas en 11 estrategias, y se encontraron resultados en las siguientes categorías: funcionan; son promisorios; sin resultado concluyente; no funcionan; son contraproducentes (véase tabla 34).
Tabla 34 | Programas evaluados en la reducción de la violencia homicida
Fuente: Cano et al. (2024).
Por otra parte, Weisburd et al. (2019) identificaron el surgimiento de un mecanismo de policiamiento proactivo (proactive policing) que agrupa cuatro enfoques que combina la prevención y disuasión del delito (véase tabla 35): (a) enfoques basados en el lugar, (b) enfoques de resolución de problemas, (c) enfoques centrados en la persona y (d) enfoques basados en la comunidad.
Tabla 35 Cuatro enfoques de policiamiento proactivo (proactive policing)
Fuente: Weisburd y Braga (2019) y Weisburd et al. (2019).
Sin embargo, esta mirada global tiene poca evidencia aplicada en el contexto colombiano y debido al contexto criminógeno del país, es necesario iniciar con un proceso de adaptación de acuerdo con las condiciones del fenómeno y el territorio que se va a intervenir. Particularmente, algunos estudios han invitado hacia la “colombianización” (Franco et al., 2020) o adopción de estrategias o políticas basadas en evidencia que han sido útiles en otras latitudes y podrían brindar resultados en Colombia. Sin embargo, esta invitación debe tomarse con cautela y rigor; pues las condiciones de la criminalidad en el país son heterogéneas y combina formas entre el crimen organizado, los delitos comunes y mecanismos de ultraviolencia (Norza et al., 2010).
No obstante, para finalizar esta invitación a la utilización de evidencias en el diseño de estrategias de seguridad en Colombia, es posible mencionar algunas iniciativas prometedoras que han dado resultados en la reducción de la violencia e incluso han aumentado la confianza y legitimidad en la policía. Entre ellas:
En suma, como se observó en esta última sección del análisis de las trayectorias del crimen y actividad policial (policing), Colombia es un caso de estudio con grandes retos en crimen organizado, delincuencia común y cohesión social en la convivencia pacífica; por tanto, la utilización de los datos aquí descritos constituye un insumo en el camino hacia la construcción de evidencia para el diseño de estrategias de seguridad en Colombia.
En consecuencia, el análisis presentado en el artículo brinda elementos para focalizar en tres niveles: territorios, conductas criminales e incluso, tipo de actores inmersos en el delito. Por tanto, los datos de criminalidad permiten orientar a los decisores (policymakers) para hacer más eficiente los recursos de las instituciones de seguridad y producto de ello, en algunas ciudades capitales que han comenzado a incluir análisis criminológicos y el uso de la evidencia empírica en lógica de criminología táctica, reflejan mejores resultados.
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2 Véase nota metodológica en el siguiente pie de página.
3 Nota metodológica: de acuerdo con la articulación en las mesas técnicas entre la Fiscalía General de la Nación (FGN) y la Policía Nacional, y enmarcado en la “Guía de Unificación de Criterios y Conceptos para el Registro de Noticias Criminales e Información Administrativa sobre Homicidios en el SIDENCO, SIEDCO y SPOA”, de la Fiscalía General de la Nación y Policía Nacional; además del documento “Bases del Plan Nacional de Desarrollo 2022-2026, titulado Colombia Potencia Mundial de la Vida”, versión para el Consejo Nacional de Planeación; la información estadística de homicidios generada por el Sistema de Información Estadístico, Delincuencial, Contravencional y Operativo (SIEDCO) de la Policía Nacional, tienen la siguiente connotación metodológica: (a) incluye: homicidio intencional o con dolo y feminicidio y (b) excluye: homicidio accidental, legítima defensa, muertos en procedimientos de la Fuerza Pública y por establecer.
Entiéndase “homicidio intencional” como muerte ilícita causada a una persona con intención. Incluye las agresiones graves que causan la muerte; muerte como resultado de actividades terroristas; feminicidio; infanticidio; muertes causadas por el uso excesivo de la fuerza por funcionarios de organismos de seguridad del Estado; homicidio doloso; muerte de hijo fruto de acceso carnal violento, abusivo, o de inseminación artificial o transferencia de óvulo fecundado no consentidas; homicidio agravado que no equivale a homicidio en persona protegida ni en contexto de conflicto armado.
Al respecto, teniendo en cuenta la necesidad para el análisis criminológico del homicidio, en la tabla 4 titulada “Comparativo de los delitos de impacto social 2022-2023” y en anexos la tabla 5 “Homicidio y lesiones comunes 2022-2023”, se describe la cifra consolidando el total de las conductas antes descritas enmarcándolas como homicidio común y, por tanto, permite agrupar el dato en esta categoría; más allá del homicidio intencional.
4 Para ilustrar la comparación, el eje “x” ubica los 32 departamentos organizados por orden alfabético.
5 Nota: La gráfica estima las tasas de homicidios y lesiones. Calcula el tamaño de la burbuja con la magnitud de la tasa de lesiones y distribuye en el eje “y” la magnitud de la tasa de homicidios.
6 (a) Bajo Cauca antioqueño, (b) Pacífico Sur (Nariño-Valle del Cauca), (c) Catatumbo, (d) Pacífico Norte (Chocó-Urabá) y (e) Arauca.
7 Artículo 356A: “Quien teniendo permiso para el porte o tenencia de armas de fuego la dispare sin que obre la necesidad de defender un derecho propio o ajeno contra injusta agresión actual o inminente e inevitable de otra manera, incurrirá en prisión de uno (1) a cinco (5) años, cancelación del permiso de porte y tenencia de dicha arma, y la imposibilidad por 20 años de obtener dicha autorización; siempre que la conducta aquí descrita no constituya delito sancionado con pena mayor…” (Ley 599 de 2000 – Artículo adicionado al Código Penal colombiano por el art. 18, Ley 1453 de 2011).
8 En la tabla 8 de los anexos se indican los hurtos registrados en cada departamento del país durante el 2023.
9 En la tabla 8 de los anexos se indican los hurtos a residencias registrados en cada departamento del país durante el 2023.
10 En la tabla 8 de los anexos se indican los hurtos a comercio registrados en cada departamento del país durante el 2023.
11 En la tabla 9 de los anexos se indican los hurtos de automotores registrados en cada departamento del país durante el 2023.
12 En la tabla 9 de los anexos se indican los hurtos de motocicletas registrados en cada departamento del país durante el 2023.